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Los costos del debate
El INE, transformado en estudio de televisión. Al centro del templete que cubrió la “herradura de la democracia”, entre las tres candidaturas y los moderadores fue colocado un “tótem” para colocar el reloj que correría, cada vez que hablara uno de los participantes.
Los organizadores del debate presidencial habían solicitado habilitar un sistema para tener el registro del tiempo en cada uno de los tres encuentros mandatados por los consejeros electorales. Los operadores de los cronómetros —uno para la bolsa de tiempo de cada candidato y otro en la cabina de transmisiones— no estuvieron sincronizados. Las firmas contratada por el INE para producir el evento cobraron 107,000 pesos por ese servicio.
El pasado 15 de marzo, Full Circle Media y MVS NET —filial del grupo mediático de la familia Vargas— fueron contratados por el INE para el diseño, preproducción, producción, transmisión, grabación y postproducción de los debates de 2024 entre las candidaturas a la Presidencia de la República, por lo que cobrarán 16 millones 487,497.50 pesos más IVA, a los que deberán restar los honorarios de los moderadores, quienes voluntariamente renunciaron a cobrar por su trabajo.
El registro de los tiempos, básico para cualquier programa televisivo, era esencial para que el INE cumpliera con los principios de equidad y certeza. ¿Y la imparcialidad? La recopilación de las preguntas y la intencionalidad de los moderadores fueron puestas en duda por el Ejecutivo federal.
La Dirección de Administración firmó el contrato. El área requirente fue la Coordinación Nacional de Comunicación Social y el contrato estipula que los proveedores del servicio designarán un “grupo Directivo”, integrado por un productor Ejecutivo, un director de Cámara, un director de Fotografía, un postproductor y un escenógrafo; todos, bajo la coordinación de Víctor Manuel Martínez Rojas, líder de proyecto, nombrado por Iván Flores Ramírez.
Por la producción de los tres debates presidenciales, el INE erogará 3.9 millones; mas 8.6 millones por la transmisión y 8.8 millones por la escenografía.
Los integrantes de la Comisión Temporal de Debates se deslindaron de las fallas. “Somos consejeras electorales”, definió la presidenta de esa instancia, Carla Humphrey Jordan, “no soslayamos nuestra responsabilidad, pero los aspectos técnicos tienen que ver con el área de Comunicación Social de la mano con la casa productora”.
Eso sí, hicieron consejos para los presidenciables y los productores. A estos últimos, sugirió Dania Ravel, podría exigírsele una carta-compromiso para las mejoras necesarias… y contar con un “cronómetro de emergencia”.
Para los candidatos, una “sugerencia enfática y encarecida”: acudan a los ensayos. Y una advertencia tajante: se acabaron los debates con soliloquios.
La consejera Humphrey Jordan reveló que solicitó a la oficialía electoral levantar un acta administrativa sobre el cumplimiento de la escaleta, por lo que se llamó a la productora a ofrecer su versión de los hechos. Éstos remitieron una nota sobre las dos incidencias…
Las reglas impuestas para el debate presidencial por los consejeros electorales fueron cumplidas —a regañadientes— por los candidatos presidenciales. El INE, lamentablemente, quedó a deber. Su objetivo de tener los mejores debates en la historia de México en las elecciones de 2024 quedará incumplido.
¿Y el rating? HR Media Flash, contratada por el INE, calculó que 13.7 millones de personas estuvieron “expuestas al debate”, de las cuales 85% son mayores de edad. Ese público (11.8 millones de votantes probables, incluyendo a quienes lo vieron por streaming) representan apenas 14% de los inscritos en el Padrón Electoral.