Los océanos, ya

La discusión y las acciones que realicemos desde el ámbito multilateral para salvar a los océanos son una tarea del más alto nivel de urgencia imaginable. Con esta dimensión de prioridad, se llevó a cabo la semana pasada en Lisboa, Portugal, la Segunda Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas. Esta reunión se enmarca en la misión de acelerar el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 de la Agenda 2030 para conservar y aprovechar sosteniblemente los océanos, mares y recursos marinos. En ese sentido, es importante hablar sobre lo que hace nuestro país en esta temática desde la política exterior.

México ha tomado un rol activo para conservar nuestros océanos desde la perspectiva multilateral, adhiriéndose al Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible. Sin lugar a duda, esta es la iniciativa global más importante e innovadora en materia de océanos, ya que busca alcanzar de manera balanceada la protección efectiva, la producción sostenible y la prosperidad equitativa del mar. Apunta a edificar una nueva agenda de acción oceánica sostenible a nivel mundial, a través de los 16 países que lo conforman, que toman decisiones a partir del trabajo de más de 250 científicos, agencias de la ONU, think-tanks y organismos de la sociedad civil. Su objetivo es el tránsito a un manejo marino integrado de sus zonas económicas exclusivas, guiados por Planes Oceánicos Sostenibles elaborados por cada país.

El arduo trabajo de México en este este Panel lo llevó a ser sede de la primera reunión presencial de los 16 sherpas de este grupo después de la pandemia, el 9 y 10 de mayo pasado. La labor realizada desde la perspectiva multilateral se ha traducido en un trabajo doméstico intersecretarial de gran calado, facilitado por la Cancillería y encabezado por la Secretaría de Marina, donde todas las dependencias involucradas en temas oceánicos hemos trabajado de la mano. A la fecha hay un avance relevante en la definición y formulación de nuestro Plan Oceánico Sostenible, cuyo objetivo es guiar a los ciudadanos, tomadores de decisiones y sector privado sobre la forma en la que debemos administrar el área oceánica para alcanzar un desarrollo social y económico de largo plazo protegiendo a la naturaleza marina y los ecosistemas submarinos. La actualización de nuestra Política Nacional de Mares y Costas será, muy probablemente, nuestro Plan Oceánico Sostenible.

A la luz del trabajo emprendido y la solidez del Panel de Océanos, México se presentó en Lisboa impulsando una agenda impostergable para la humanidad. Este grupo de trabajo llevó a cabo una declaración que establece el papel central de un océano saludable y una economía oceánica sostenible para contribuir y lograr una agenda más amplia que los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La delegación mexicana participó en diversos debates y discusiones del más alto nivel. Vale la pena resaltar la realización de la primera reunión de los países firmantes de la Declaración “América por la Protección de los Océanos”, firmada en junio durante la pasada Cumbre de las Américas, cuyo objetivo es crear un espacio de colaboración y coordinación a nivel político relativo a las Áreas Marinas Protegidas. Ahí, a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, se recibió el reconocimiento 2021 como “Blue Park”, por los altos estándares de manejo del Parque Nacional de Revillagigedo y por su gestión basada en la Ciencia.

Existe un mar de oportunidades para lograr el bienestar de las comunidades y de los ecosistemas oceánicos y costeros, y así aumentar su resiliencia ante los efectos del cambio climático. Estamos trabajando de forma colaborativa, dejando de lado las filias y fobias de los extremos que comúnmente dominan las políticas públicas en la materia, entendiendo que la ventana de oportunidad para reiniciar de una manera equitativa y sostenible el aprovechamiento del mar es posible, pero limitada. Hemos dado los primeros pasos, aunque es verdad que aún existen muchos temas por resolver. En tal virtud, hoy más que nunca pondremos a prueba nuestra capacidad organizativa, técnica y sobre todo de voluntades para que el mar sea el que nos lleve a navegar a un mejor futuro.

* La autora es subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE.