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Los propósitos se quedan en buenas intenciones. Transfórmalos en metas
(primera de dos partes)
Todos los años las personas hacen los mismos propósitos. “Ahora sí” voy a dejar de fumar, bajar de peso, hacer más ejercicio, ahorrar, salir de deudas, etc.
Siempre lo intentan y al principio hasta le ponen empeño, con optimismo. Pero pronto volvemos a nuestros hábitos: a hacer lo mismo que antes. Así, esos propósitos se quedan nada más en buenas intenciones. En deseos de cambiar lo que sabemos que tenemos que cambiar.
En realidad, como decía Stephen Covey, el cambio verdadero se logra de adentro hacia fuera y esto significa empezar por lo más profundo de nosotros: entender nuestras motivaciones, nuestros valores. Debemos tener un profundo deseo de cambiar y estar dispuestos a trabajar, de manera progresiva, para alcanzar lo que queremos lograr.
No sirve de nada hacer el propósito de ahorrar, o bajar de peso, simplemente porque los demás dicen que es bueno o porque comprendemos los beneficios. Tenemos que conectar eso con nuestra visión del mundo, con las cosas que más nos importa y tener muy claro por qué queremos hacerlo. No será fácil e implicará, en algunos casos, cambiar ciertos hábitos. Encontrar la motivación nos permitirá enfocar nuestra fuerza, energía y voluntad para lograr esa transformación profunda.
¿Cuál es mi misión en la vida?, ¿Qué es lo más importante para mí?, ¿Cómo puedo acercarme a ello?, ¿Qué debo cambiar?
A partir de esa introspección podremos definir objetivos claros y concretos. Quizá sean muchos y tenemos que entender que no podremos hacer todos al mismo tiempo: tenemos que enfocarnos. ¿Cuáles son los dos o tres más importantes?
Hacer todo eso se dice fácil, pero es en verdad difícil porque la gente está demasiado acostumbrada a buscar soluciones afuera y no adentro. Yo lo veo todos los días cuando me preguntan ¿Cuál es la mejor app para hacer un presupuesto? La app es lo de menos, lo importante es que tengas conceptos claros y una buena metodología que funcione para ti. O bien me preguntan: ¿Cuál es la mejor inversión? La gente espera una respuesta como si tuviera una bola de cristal: “Pon tu dinero aquí”. Pero en realidad depende mucho para qué quieres invertir, cuál es tu horizonte de inversión y tu tolerancia al riesgo.
En realidad no estamos acostumbrados a hacer una introspección, conocernos a nosotros mismos y encontrar respuestas dentro de nosotros. Por eso, al principio, puede ser difícil. Pero si realmente lo intentamos, podremos encontrar cosas interesantes.
Por ejemplo: hay gente que se siente muy estresada por tener deudas y estar, todos los meses, buscando la forma de pagar el mínimo. Personas que además han visto sus ingresos disminuidos por la pandemia y que se dan cuenta que en realidad, no tienen nada.
Seguramente, haciendo una introspección, encontrarán que no es la manera como quieren vivir. Se darán cuenta que ese estrés es demasiado grande, les distrae y les aleja de aquello que verdaderamente es importante. Quizá haya generado conflictos graves en casa, que han escalado.
Verán entonces que transformar su situación financiera es una prioridad. Ya no es un deseo o una buena intención: ahora es una meta. Ya nos hemos dado cuenta y esto es lo más difícil. Ahora hay que saber cómo debemos plantearla para hacerla efectiva, de lo cual hablaremos en la segunda parte.

