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Opinión

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Los retos de inversión del sistema de pensiones

El mercado de valores está lleno de personas que conocen el precio de todo, pero el valor de nada”.

Philip Fisher, inversionista estadounidense y autor.

La reciente reforma al sistema de pensiones realizada en México implicó diversos cambios a la estructura y funcionamiento del régimen de las afores, al igual que a los modelos y porcentajes de contribución a las cuentas individuales de aquellos quienes, teniendo un trabajo formal, cotizan a este régimen de seguridad social.

Un cambio muy importante se dio en el incremento al Seguro de Cesantía en Edad Avanzada y Vejez, mediante un incremento gradual (durante los siguientes ocho años) a las cuotas patronales en este concepto. Ello implicará un incremento de la cotización, que pasará de 6.5 al 15% del salario base de cotización.

Con este cambio, con cálculos aproximados, los recursos administrados por las afores, dependiendo además de otras condiciones, como la generación de empleo y el comportamiento de las tasas de interés, podrían duplicar el monto total de los recursos administrados en los siguientes siete a 10 años. Hoy, esos recursos son de 5.4 billones de pesos (millones de millones) y representan alrededor de 19% del Producto Interno Bruto (PIB) y con esa estimación, podrían potencialmente alcanzar 40% del PIB.

Lo anterior significa un reto importante, porque las afores tendrán que contar masivamente con disponibilidad de instrumentos y activos financieros que les permitan invertir esos recursos y en condiciones de riesgo razonables, con la posibilidad de obtener retornos que a su vez alimenten un crecimiento sostenido y rentable de los fondos pensionarios.

Otro elemento importante de la reforma, asociado al cambio en el régimen de inversión genera varios efectos de importancia para la administración de los recursos. Uno se refiere a la intención del gobierno, de que existan mecanismos para canalizar las inversiones de las afores hacia programas de infraestructura, para que den soporte al crecimiento futuro del país. Sin embargo, es fundamental recordar que el compromiso central en la administración de los recursos en las afores, es con las pensiones futuras de los trabajadores.

Si se encuentran mecanismos que permitan simultáneamente, apoyar la creación de infraestructura y obtener retornos favorables (en condiciones aceptables de riesgo y de crecimiento de los recursos pensionarios), éste será el mejor escenario. Pero de ninguna manera deben invertirse los recursos en proyectos de infraestructura que no tengan viabilidad financiera o retornos favorables futuros para los aportantes a las afores, porque no se le podrá decir a un trabajador en el futuro que su pensión es menor a la esperada, pero es “casi” dueño de un tramo de ferrocarril o de medio pozo petrolero.

Adicionalmente, el hecho de que la reforma haya implicado también un cambio en la estructura de las inversiones, al pasar de siefores como cajones de inversión; a los cuales se iban incorporando las personas en función de su edad, siendo ahora sustituidos por portafolios de ciclo de vida, que requieren una recomposición a lo largo del tiempo, implica para las afores necesidades de rebalanceo más frecuentes y complejas.

La suma de recursos mayores, con una estructura de régimen de inversión más compleja, fortalece aún más la necesidad de asegurar las inversiones en activos financieros, con un riesgo administrable y con retornos favorables y pone una enorme presión en el mercado bursátil mexicano.

A la fecha, el mercado bursátil es poco profundo y en los últimos años, el número de empresas deslistadas es mayor que el de nuevas emisiones. Si no se logran mecanismos que permitan, de manera adecuada, propiciar que el sector privado acceda al mercado bursátil, a través de instrumentos de capital o de deuda, la presión mayor la tendrán los instrumentos de deuda gubernamental. Y ante una gran demanda por parte de las afores, pueden provocarse distorsiones en la valuación de estos activos financieros.

Parecería que falta mucho tiempo, pero no es así. Se requiere tomar decisiones inmediatas para poder invertir adecuadamente la enorme cantidad de recursos que estarán siendo administrados en el futuro.

raul@martinezsolares.com.mx

El autor es politólogo, mercadólogo, financiero, especialista en economía conductual y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. CEO de Fibra Educa y Presidente del Consejo para el Fomento del Ahorro Educativo.

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