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Malentendido, afores y el Banxico
El presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutina de ayer, provocó muchos “cortos circuitos”.
Uno de ellos fue con el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) que preside Antonio Del Valle.
El jefe del Ejecutivo, evidentemente enojado, desaprobó y rechazó el programa de créditos que anunciaron el día previo el Banco Interamericano de Desarrollo Invest (BID Invest) y el propio CMN con el que concederán créditos a 30,000 micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) hasta por 12,000 millones de dólares, a través de factoraje inverso.
Textualmente, el presidente de México dijo: “no me gusta mucho el ‘modito’ de que se pongan de acuerdo (el CMN y el BID) y quieran imponernos sus planes. Si ya no es como antes, cuando el poder económico y político eran lo mismo”.
¿Cómo que se hace un acuerdo y que Hacienda lo avale? ¿Qué nosotros estamos de florero?, cuestionó.
Y remató con otra frase: “Yo no me opongo, siempre y cuando no sea a costillas del erario”.
El pronunciamiento presidencial dejó claro que, o no tuvo la información correspondiente de parte del secretario de Hacienda, Arturo Herrera o aunque la tuvo, de cualquier forma decidió emitir una declaración que hace evidente su inconformidad con la decisión de la Iniciativa Privada de realizar su plan alternativo para amortiguar la caída del crecimiento y procurar mejores condiciones para la reactivación económica, una vez que se supere la crisis sanitaria. Este mecanismo es parte de las acciones que el Consejo Coordinador Empresarial y el CMN anunciaron que buscarían realizar, luego de que consideraron que el gobierno mexicano les “cerró la puerta” para aplicar un programa de apoyo fiscal para enfrentar los efectos dañinos de la crisis sanitaria y la crisis económica.
El presidente pensó que no le avisaron con anticipación sobre el programa y luego se lo tratan de imponer. También creyó que se comprometían recursos del gobierno federal.
El dirigente del CMN y el representante en México del BID Invest, aclararon ayer, que es un acuerdo entre privados y que la Secretaría de Hacienda, al ser accionista de la institución, dio el visto bueno al programa y no avala en términos crediticios las operaciones respectivas.
Del Valle señaló que el presidente López Obrador, tiene un mal entendido que seguramente le será aclarado en las siguientes horas. Previamente, los titulares de Hacienda, de Economía y de Relaciones Exteriores, Herrera, Graciela Márquez y Marcelo Ebrard, habían aplaudido el anuncio de los empresarios y el organismo internacional. El presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, publicó un tuit en el que expresó que el presidente, no ayuda ni se deja ayudar, pero sí miente.
Sin duda, se trató de un fuerte corto circuito
Otro más fue en relación a las afores. El jefe del Ejecutivo expresó que son producto de una reforma estructural que se hizo para perjudicar a los trabajadores y anticipó que cuando pase la pandemia del Covid-19 se analizará.
Se revisará —indicó— lo que se hizo en el periodo neoliberal para privatizar los ahorros, las pensiones de los trabajadores y aseveró que requiere de un rescate.
Luego de las tres iniciativas de ley que se han presentado en la Cámara de Diputados para estatizar las afores, generó enorme preocupación la declaración presidencial.
Ojalá que la revisión del tema conduzca al aumento de las aportaciones y la disminución de la información, porque de lo contrario, cualquiera de las iniciativas que se han planteado podrían llevar a un serio conflicto social.
Y el tercer corto circuito fue con el Banco de México (Banxico). El mandatario expresó: que se mantendrán pendientes de los créditos que otorgue el Banco de México para que no rescate a empresas grandes; pues, si bien es una institución independiente, los recursos son del país.
El Banxico sólo busca dar liquidez al mercado financiero para que sean las instituciones financieras las que tengan mayor margen para dar créditos. La institución no se involucra directamente con el otorgamiento de créditos.