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Opinión

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Mexicana de Aviación, vuelo riesgoso

A poco más de tres meses de haber iniciado operaciones, Mexicana de Aviación está con la señal de emergencia encendida.

Además de que transporta a muy pocos pasajeros y es objeto de cuantiosos subsidios y registra enormes pérdidas de operación, ahora, tiene un pleito legal y una demanda millonaria.

La aerolínea gubernamental realiza un vuelo riesgoso.

La nueva Mexicana de Aviación refleja la fotografía de un negocio gubernamental que se realiza sin planeación, con precipitación y sin los cuidados preventivos que deben tenerse para contratar a intermediarios especializados. Mexicana de Aviación emprendió el vuelo, operada por una tripulación sin experiencia: la Secretaría de la Defensa Nacional.

Y con la cartera abierta del gobierno.

Sin una hoja de ruta. No se conocen los objetivos que cualquier empresa debe plantearse; ¿en cuánto tiempo tendrá rentabilidad?,  ¿por cuánto tiempo requerirá apoyo gubernamental?

Sin pasajeros. Ha transportado a menos de 30 mil pasajeros.

Con gasolina “prestada”. Es decir, con subsidios gubernamentales.

Y con urgencia injustificada, pues no existe ninguna causa que justifique un arranque tan precipitado en sus operaciones. Salvo la instrucción presidencial.

El 27 de marzo pasado, la empresa SAT Aero Holdings –antes Petrus Aero Holdings–, interpuso ante un tribunal en Nueva York, una reclamación contra Mexicana de Aviación por daños y perjuicios por el monto de 838.5 millones de dólares, más otros 2.4 millones en costos, por un presunto incumplimiento de contratos.

En días pasados, la empresa reclamante, ratificó la demanda, aunque por un monto mucho menor,  de 9.9 millones de dólares.

SAT Aero Holdings fue contratada por la Secretaría de la Defensa Nacional (sin la experiencia para hacerlo directamente) para que realizara el arrendamiento de aviones y la contratación de la tripulación para Méxicana.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, en días pasados salió en defensa de Mexicana de Aviación. Mejor dicho, en defensa de los responsables de la contratación de la compañía SAT Aero Holdings.

El mandatario entró a la contraofensiva. Acusó que fue la empresa (demandante) la que no cumplió y por eso el gobierno dio por terminado el contrato.

Dijo que esa compañía está tratando de robar al gobierno mexicano y no lo va a permitir y aseguró que (la empresa) está realizando una estrategia leguleya. Es probable que sea, como dice el mandatario mexicano.

Sin embargo, la misma argumentación oficial, deja ver que no se tuvieron los cuidados necesarios por parte tanto de la Secretaría de la Defensa Nacional como de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (que provee de los recursos necesarios) para realizar la mejor selección del intermediario

El especialista en materia aeronáutica, Carlos Torres refiere que en la industria sectorial, los integrantes de SAT Aero Holdings no tienen buena reputación.

Pero sobre todo, es una empresa que no tiene antecedentes de arrendamiento de otras aeronaves para otra compañía.

Todo indica que ninguna de las dos secretarías de Estado tomaron las medidas precautorias necesarias y pasaron por los filtros administrativos requeridos para la selección de la compañía que hoy está demandando al gobierno mexicano.

Hasta ahí la opinión del consultor.

El gobierno mexicano, como lo anunció el Presidente de la República, recaba la información necesaria para sustentar su argumentación de incumplimiento en contra de la empresa proveedora y, es muy probable que contrademande a la compañía.

Por lo pronto, Mexicana tiene la señal de emergencia prendida.

Implícitamente, es una señal de emergencia para la ciudadanía porque los contribuyentes somos los que finalmente estamos pagando la aventura empresarial que decidió realizar el gobierno: elevar el vuelo de una aerolínea gubernamental.

Después de tantos años y tantos fracasos como se han registrado en el país en materia aeronáutica, incluidas aquellas que operaron gobiernos anteriores, hoy estamos repitiendo la misma historia.

Parece que es la historia de un fracaso anunciado.

Veremos.

marcomaresg@gmail.com

Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

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