Movimiento animalista mexicano

Los ciudadanos que rechazamos las actividades que causan sufrimiento a los animales, no encontramos canales de comunicación con el gobierno, quien es indiferente hacia las  causas animalistas.

Cientos de leyes de protección animal se encuentran pendientes de aprobación en los congresos locales y federal. Hay todo tipo de leyes desde padrones de agresores, judicializacion de las denuncias de maltrato animal, mecanismos de protección animal, leyes que prohíben peleas de gallos y perros así como las corridas taurinas, se encuentran en el limbo legislativo. 

El vergonzante PVEM coto criminal de Jorge Emilio Martínez, nunca ha tejido agendas de protección animal. 

A pesar del nulo apoyo, miles  de organizaciones sociales y activistas todos los días realizan labores heroicas y extenuantes de rescate animal. 

Los  animalistas mexicanos, no dan ni piden cuartel, trabajan con ahínco cada día. Es de sobra conocido que los movimientos sociales, ajenos al clientelismo como este, no son de interés para el gobierno.

Desde el gobierno no existen ni acciones ni ideas para la atención a las necesidades de los animales, desde los servicios más básicos para la esterilización de  perros y gatos.  A lo largo y ancho del país hay centros antirrábicos y de sanidad que se encuentran ociosos, sin presupuesto ni recursos.

Han existido algunos esfuerzos por establecer redes de apoyo y comunicación para el movimiento animalista mexicano, por ahora existe una saludable iniciativa para conformar  un partido político animalista local en la Ciudad de México, colectivo que tiene ideas muy interesantes. 

Desde luego que es saludable para la política mexicana los esfuerzos organizativos del partido animalista mexicano, puede ser un nicho social que eleve las voces de los ciudadanos interesados en promover un entorno sano y una convivencia armónica entre animales, humanos y la naturaleza. 

Esperemos pronto tener noticias sobre el avance del partido animalista mexicano, muchos ciudadanos estarán observando el avance organizativo y la legitimidad de sus causas, mucha falta hace una representación verdaderamente animalista, que no solo haga leyes sino que se vigile su estricta aplicación. Hasta la próxima.