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Necesidades de la educación en América Latina y el Caribe
Esta semana el Banco Mundial presentó los resultados del estudio The Fast Track to New Skills Short- Cycle Higher Education Programs in Latin America and the Caribbean, en seguimiento de la investigación sobre el estado de la educación superior en América Latina y el Caribe que llevó a cabo hace cerca de cinco años.
Esta extraordinaria investigación analiza las condiciones y los efectos en el mercado laboral y en los ingresos de la población que tiene la educación superior.
Una de las conclusiones preliminares del estudio es que existe una oportunidad importante, con mejores ofertas relativas para los estudiantes, en ciertas áreas de conocimiento, para la aplicación de cursos de corta duración, complementarias a los modelos tradicionales de licenciatura.
En cuanto al nivel de ingreso, si bien el cuartil (25%) de mejor ingreso de los egresados de programas tradicionales de licenciatura, tiene un ingreso muy superior al mejor cuartil de ingreso de los programas de corta duración post bachillerato, en el resto de los tres cuartiles de distribución, (75% de la población de ingresos menores), las remuneraciones que éstos obtienen proviniendo de programas educativos de corta duración, es mayor que en los estudiantes que provienen de modelos tradicionales de licenciatura.
De la misma manera, el estudio muestra que los programas educativos de corta duración tienen en la mayoría de los países, con excepción de México, Panamá y Honduras, una tasa de terminación superior a la tasa de terminación de los programas de licenciatura tradicional.
Evidentemente, este comportamiento también está asociado, tanto a la estructura de la oferta de programas de corta duración, como a las condiciones de vinculación de dichos programas con el mercado laboral. En este sentido, para México, existe una clara oportunidad de mejorar los programas y modelos de educación dual vocacional y de corta duración, que tienen un proceso de incorporación en ciertos sectores de actividad privada, mucho más dinámicos y con retornos de corto plazo más favorables.
Otro dato relevante es que, en lo que se refiere al efecto de premio en el salario esperado derivado de la educación, el ingreso promedio en América Latina y el Caribe para personas con estudios de corta duración posteriores al bachillerato, puede representar ingresos adicionales de 40 a 100% respecto de personas que únicamente cuentan con educación de bachillerato. Pero incluso en la comparación con personas con licenciatura incompleta, en la mayoría de los países analizados incluyendo México, las personas con estudios completos de corta duración tienen diferencias positivas que pueden ir entre 10 y cerca de 80% para algunos países.
Lo anterior, de ninguna manera significa que los modelos tradicionales de licenciatura deban ser abandonados. Lo que muestra es que existe una importante necesidad para América Latina y el Caribe, de entender la realidad de las necesidades del mercado laboral, de comprender adecuadamente las limitaciones de absorción que hoy muchas carreras tienen en el sector privado y de conocer cuáles son las necesidades específicas que se encuentran desatendidas en muchos sectores productivos y que, por ello, pueden ser de manera más eficiente subsanadas con estudiantes de programas especializados de corta duración.
Un adecuado equilibrio en la creación de estos tipos de programas puede generar una mayor rentabilidad social y económica de la educación general y aprovechar la experiencia internacional en materia de educación dual y vocacional.