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¿Necesita el Gobierno otro banco?
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en los últimos días en que su gobierno necesita un banco.
Lo dijo antes de que se cayera la venta directa de Banamex a Grupo México, de Germán Larrea.
Y lo ha seguido diciendo. Incluso, una vez que fue enterado, por la propia institución, el día previo a que hiciera pública su decisión, de no vender directamente, sino a través del mercado de valores.
En medio de las intensas presiones gubernamentales que registra Grupo México, y la ocupación temporal de parte de las vías de Ferrosur, y la tardanza de Larrea para concretar su oferta por el banco, Citi optó por blindar la operación al tomar la vía de una Oferta Pública Inicial en el mercado de valores.Además, tomó la decisión de realizar la venta hasta el año 2025. Es decir, una vez que haya terminado la administración lopezobradorista.
Con la decisión de Citi, se cayeron dos intenciones presidenciales: que Banamex se “mexicanizara”, al ser comprado por inversionistas nacionales; y, que el actual gobierno recaudara millonarios recursos en impuestos.
El gobierno lopezobradorista ya no tendrá esa valiosa pieza para su retórica discursiva de que logró nacionalizar un gran banco.
Tampoco será en ésta administración cuando el gobierno registre el ingreso que por impuestos se generen por la operación de compra-venta.
El Presidente de México, ha insistido en que su gobierno tiene una buena oportunidad para tener un banco. Ha señalado que los bancos privados registran elevadas utilidades.
En la convención de los banqueros de marzo pasado, el Presidente ya había hecho público el dato de las utilidades de los bancos al cierre del 2022.
Ahora lo vuelve a mencionar y hasta lo colocó en su cuenta de twitter. Los bancos obtuvieron utilidades por 236 mil 743 millones de pesos. “Las mejores de que se tenga registro”, subraya el propio gobierno mexicano. Bancomer (no dice BBVA), Banorte, Santander y Banamex, “los más favorecidos”, recalca.
Curiosamente, al final de su propia gráfica, frasea: “los resultados de la economía generan confianza”.
El uso de los datos de las utilidades de los bancos los da a conocer periódicamente la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
El presidente los ha mencionado en estos días para demostrar que son un gran negocio. “No hay pierde, en el negocio bancario”, ha dicho para convencer de que el gobierno debería contar con un banco.
Al mismo tiempo acusa que los bancos se benefician al “sudar” los recursos que administran.
Una buena parte de esos recursos, ha recalcado, son del gobierno. Ha señalado que los bancos cobran los impuestos que recauda el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y obtienen comisiones.
Y sobre esa base, sostiene que sería bueno que su gobierno tenga un banco.
La semana pasada comentó que le diría al secretario de Hacienda, Rogelio Ramirez de la O, que analice la posibilidad de comprarlo.
Lo dijo a pesar de que Citi ya había tomado la decisión de colocar a Banamex a través del mercado de valores.
Se trata de la decisión del consejo de administración de una firma internacional, cuya matriz está en Estados Unidos y se rige con las reglas de los mercados de valores internacionales.
Se ve muy cuesta arriba que la firma financiera pudiera atender una eventual oferta de compra del gobierno mexicano, en caso de que lo haga.
La intención de compra que tiene el presidente de México se basa en un esquema en el que según sus cálculos Banamex tendría un valor de 5 mil millones de dólares, al descontar el pago de alrededor de 2 mil millones de dólares de impuestos.
Ha dicho que su gobierno podría utilizar la figura de asociación público privada para aportar 3 mil millones de dólares y los inversionistas aportarían los otros 2 mil millones de dólares.
Más allá de los cálculos y esquema presidencial, la pregunta es: ¿el gobierno mexicano realmente necesita un banco?.El gobierno mexicano ya tiene varios bancos. Entre ellos están Bancomext, Nafin. La banca de desarrollo. Más el Banco del Bienestar que se ha caracterizado por el dispendio, la falta de transparencia e ineficacia. Más la Financiera para el Bienestar, orientada a la captación de las remesas.
¿Vale la pena que el gobierno invierta 3 mil millones de dólares para comprar un negocio bancario que requiere de fuertes inyecciones de capital para su modernización y para enfrentar la competencia comercial?
Hace algunos años, otro gobierno mexicano fracasó con la estatización bancaria.
En agosto del año pasado el Presidente afirmó que habían descartado comprar Banamex porque ya no le daba tiempo a su gobierno. ¿Qué le habrá hecho cambiar de opinión? ¿No hay otras prioridades sociales que requieren de manera más apremiante esa inversión?. Ojalá que se tome la mejor decisión. Al tiempo.