Buscar
Opinión

Lectura 3:00 min

No podemos aceptar...

¿Quiénes pagan todas las facturas? Los ciudadanos.

Hace varias décadas, un político mexicano con gran influencia dijo: La Revolución Mexicana fue la revolución perfecta, pues al rico lo hizo pobre, al pobre lo hizo pendejo, al pendejo lo hizo político, y al político lo hizo rico .

A más de 100 años de la Revolución, duele reconocer que estas palabras sean un retrato vivo del México secuestrado por una clase política corrupta e incompetente.

Hoy tenemos que ser honestos, no tienen toda la culpa, se lo hemos permitido.

Los políticos mexicanos no vienen de Marte. Nacieron y crecieron entre nosotros, se han amañado, deformado y enriquecido mientras una mayoría pasiva observa sin ponerles un alto. Con nuestra apatía, resignación e indiferencia, hemos permitido que lleguen a donde han llegado y que roben a manos llenas.

No podemos aceptar vivir en un país donde a unos cuantos les conviene la pobreza de millones y, desde el poder, lejos de erradicarla, la perpetúan porque les reditúa electoralmente. No podemos aceptar que las políticas clientelares sirvan para manipular y comprar voluntades aprovechándose de la vulnerabilidad de millones de familias.

No podemos aceptar que México esté sujeto al capricho y negociaciones oscuras de quienes, lejos de representar a los ciudadanos, siguen pactando para repartirse lo que es de todos. No podemos aceptar que cada elección sea una simulación en donde el acarreo, la compra de votos, el desvío de fondos, el chantaje y el fraude definen las reglas de un juego tan perverso .

No podemos aceptar que en cada elección, los partidos impongan por dedazo a sus peores candidatos y nos obliguen a buscar lo menos malo teniendo que conformarnos siempre con el mal menor que en realidad no existe porque todos son grandes males.

No podemos aceptar que nuestros impuestos, fruto de nuestro trabajo, sirvan para financiar campañas oscuras, que millones de pesos sean dilapidados y perdidos en un país que tiene hambre.

No podemos aceptar que cada elección, antes de saberse los resultados, todos los candidatos se declaren ganadores sin respetar la voluntad popular y a la autoridad electoral. Encima, como siempre hay sospechas de tranza y fraude, todo se vuelve más complicado, lento y caro. ¿Quiénes pagan todas las facturas? Los ciudadanos.

No podemos aceptar todo esto; sin embargo, es lo que hemos hecho durante muchas décadas. El sistema está en agonía y los próximos meses serán definitivos para construir una alternativa que nos permita reencaminar al país rumbo al 2018 y las próximas décadas. De no hacerlo, habremos de lamentarlo el resto de nuestros días.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí
tracking reference image

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete