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“Nosotros sí necesitamos un banco”
Al escuchar la frase que soltó López Obrador la semana pasada de que “nosotros sí necesitamos un banco” y de que Banamex es una oportunidad para ello, muchos pensaron que era una ocurrencia más de los múltiples disparates con los que dardea el Presidente. Pero la frase encierra un pensamiento mucho más profundo en su mente. Como sabe que el tiempo sexenal se le acaba y requiere terminar sus obras para sellar su faraonismo y no le alcanzarán los recursos, contar con un banco tipo Banamex le permitiría tener accesos sin restricciones a créditos directos, también para fines electorales. Una llave de recursos a su libre disposición. Complementó su necesidad diciendo que además el Estado no tiene una aseguradora para contratar sus seguros en mejores condiciones.
Veamos cuáles son las opciones bancarias del Presidente. Refirió que hablaría con Banamex para adquirirlo en 5,000 millones de dólares (mmd) mediante una sociedad público-privada donde el gobierno aportaría 3 mmd e indicó que el secretario de Hacienda (¿dónde está?) sabrá de donde sacar esos recursos que, dijo, “todavía tenemos margen de endeudamiento”. Los 2 mmd restantes se obtendrían con la venta de acciones a mexicanos.
Luego señaló que Citigroup se ahorraría 2 mmd en impuesto sobre la renta, lo que no es claro. Se puede descartar esta opción, pues CitiBanamex ha establecido claramente su estrategia de que por ahora el banco no se vende y que llevará a cabo en 2025 una oferta pública. Claro, a menos a que reciba presiones y extorsiones por parte del gobierno para ceder en la pretensión que busca el Presidente.
Luego López Obrador mencionó otra opción. Si hay rechazo de parte de Banamex, podrían presentar una solicitud para que el gobierno tenga un banco, “podemos cumplir con todos los requisitos” y deslizó la idea de que manejar un banco hoy es muy fácil pues “actualmente las operaciones se hacen a través de aplicaciones y ya no en ventanillas”. Es una aseveración muy ingenua que denota que no conoce las complejidades del negocio bancario. Esta alternativa es factible, pues es la misma SHCP la que autoriza nuevos bancos, por lo que se daría sin problemas. Lo que tiene esta opción en contra es el tiempo, pues armar un nuevo banco es tardado, sobre todo en lo que empieza a captar depósitos del público.
Finalmente, una opción que no mencionó pero que no puede descartarse es, en su ira y obsesión, expropiar Banamex ofreciendo la cifra que tiene en la cabeza de 3 mmd. Huelga decir lo negativo de una expropiación que buscaría justificar, dudosamente, que obtener recursos directos para el gobierno es una necesidad de utilidad pública. En su soledad en Palacio, seguramente el presidente ve con admiración una y otra vez el video de cuando en 1982 López Portillo golpeaba con el puño e iracundo gritaba “¡no nos volverán a saquear!” Si él lo hizo, “¿por qué yo no?”
La 4T ya ha demostrado su incapacidad para manejar un banco de desarrollo, el Banco del Bienestar. Con un banco estatal comercial seguiría el mismo camino. López Obrador ha evidenciado en casi cinco años, que es un Rey Midas al revés, “todo lo que toca lo hace polvo”.
Twitter: @frubli