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Oportunidades ante los efectos de la pandemia en el sector cafetalero
En México, el café juega un papel importante en la economía y la vida de los cafetaleros, ya que es el tercer generador de divisas, sólo por debajo del petróleo y el turismo, con una ocupación de 4.5 millones de empleos
La pandemia del Covid-19 continúa representando una sacudida en todos los sectores económicos, impactando en la oferta y la demanda en los mercados agrícolas, de forma particular al café, constituyendo un enorme desafío para los productores del aromático, los trabajadores agrícolas y los integrantes de los primeros tramos de la cadena de valor.
Estos efectos se dejaron sentir durante 2020 y 2021 contribuyendo a una mayor incertidumbre y volatilidad de los precios.
Lo anterior y tras el cierre de cafés comerciales, restaurantes y oficinas en el mundo por la pandemia, el mercado del grano sufrió especialmente durante el 2020, a escala mundial.
Sin embargo, los grandes productores salvaron el año con una receta económica blend (mezcla) que fue posible gracias a la combinación de precios, cosechas récord y un consumo alternativo al cambiar los lugares habituales de consumo por los hogares al trabajar en casa.
De acuerdo con el International Coffee Organization (ICO), se calcula que en el año cafetero 2020/21 la producción mundial aumentó ligeramente 0.4%, a 169.6 millones de sacos.
Se prevé que el consumo mundial de café aumentará en 2020/21 un 1.9%, a 167.58 millones de sacos, debido a que las medidas de distancia social siguen en pie, lo que limita el consumo fuera de casa, y a que la recuperación de la economía mundial será lenta.
Se calcula que el año cafetero 2020/21 finalizará con un excedente de 5.27 millones de sacos, debido a que el aumento del suministro será mayor que el de la demanda.
Para el caso de México, el café juega un papel importante en la economía y la vida de los cafetaleros, ya que es el tercer generador de divisas, sólo por debajo del petróleo y el turismo, con una ocupación de 4.5 millones de empleos en zonas de alta marginación generando un 6% del PIB agrícola del país.
Para el café mexicano y sus productores la historia ha sido similar, ya que se han beneficiado con un mejor precio para su aromático.
Sin embargo, la cadena de café no ha quedado varada y a la expectativa del movimiento mundial, se está fortaleciendo a través del impulso del gobierno federal con programas de apoyo para la compra de insumos, y con esquemas de crédito implementados por diversas Instituciones como la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café (Amecafé), y con Intermediarios financieros en coordinación con FIRA para el mantenimiento y renovación de las plantaciones.
Lo anterior se puede demostrar, observando los precios del café en la bolsa de Nueva York (CSCE) que registraron una tendencia creciente a partir de la pandemia cuyo incremento puede alcanzar un porcentaje hasta del 78.5%, pasando de 130.0 dólares por libra en enero de 2021 tomando en consideración que el precio del contrato para marzo de 2022 se ubica en 232.2 dólares por libra generando un aumento en la utilidad de toda la cadena.
Con ello se promueve un desarrollo oportuno y adecuado de los cafetales impulsando un aumento en la producción de grano para los próximos ciclos de cosecha.
Lo anterior demuestra que pese a lo factores negativos y los tropiezos en la cadena de valor a consecuencia del coronavirus, el sector cafetalero mexicano y mundial ha aprovechado las dificultades convirtiéndolas en oportunidades las cuales se han reflejado en las utilidades de las unidades agrícolas y eventualmente en una mejor calidad de vida para los productores de café.
*Fernando Andrade Ramírez es promotor de FIRA en la agencia de Villaflores, Chiapas. La opinión aquí expresada es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.