Lectura 4:00 min
Optimismo injustificado en las estimaciones de finanzas públicas
El documento de Pre-Criterios 2024 presentado la semana pasada ante el Congreso de la Unión contiene varios elementos relativamente favorables (pero cuestionables) para las estimaciones de las finanzas públicas de 2023 y 2024. Entre ellos, destacan los siguientes: i) previsiones de intervalos para el crecimiento del PIB real cuyos puntos medios son 2.6% y 2.3%, respectivamente; ii) un promedio diario de producción de hidrocarburos líquidos de 1,877 y 1,914 miles de barriles de petróleo; y iii) un déficit presupuestario de 3.7% y 2.7% del PIB.
Si bien la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ahora prevé que los ingresos públicos totales estén 131,537 millones de pesos por debajo de lo previsto en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2023 debido a menores ingresos petroleros y tributarios, las nuevas estimaciones están basadas en un crecimiento del PIB real de 2.6% vs. 1.4% del consenso de analistas de la encuesta de Citibanamex del 21 de marzo. Esta mayor previsión de crecimiento económico muy probablemente esté sesgando al alza la recaudación tributaria en aproximadamente 0.15 puntos porcentuales de PIB. Para 2024 no hay tanto sesgo positivo ya que el diferencial entre el pronóstico oficial y el consenso de analistas (de la misma encuesta) es de solamente 0.4 puntos porcentuales (2.3% vs. 1.9%).
Al tomar en cuenta que la producción de hidrocarburos líquidos de Pemex promedió 1,785 miles de barriles diarios en 2022 y que los privados pudieran incrementar su producción en 30 mil barriles diarios en 2023, entonces Pemex tendría que elevar la producción de estos hidrocarburos en 62 mil barriles diarios para alcanzar la plataforma de producción de 1,877 miles de barriles diarios en 2023. Suponiendo que los campos maduros de Pemex registraran un declive de alrededor de 140 mil barriles diarios en 2023 como el observado el año pasado, los nuevos campos de la empresa productiva estatal tendrían que aumentar su producción en 202 mil barriles diarios durante este año. Si bien Pemex produjo un promedio de 1,870 miles de barriles diarios en enero y febrero, 46 mil de los 53 mil barriles diarios adicionales (con respecto a la producción de diciembre) son productos condensados, los cuales tienen una cotización típicamente menor que el petróleo crudo.
De ocurrir un crecimiento económico cercano a 1.4% en 2023, el déficit presupuestario podría ser de hasta 3.9% del PIB en 2023 de no hacerse los ajustes compensatorios al gasto programable. Por su parte, la reducción prevista para el déficit presupuestario de 3.7% en 2023 a 2.7% del PIB en 2024 descansa predominantemente sobre una caída en el gasto programable de 0.8 puntos porcentuales de PIB y en una mayor recaudación tributaria de 0.5 puntos porcentuales de PIB. Si bien la evolución prevista en el gasto programable iría en línea con el menor gasto (anticipado para 2024) en los proyectos prioritarios de infraestructura de la presente administración pública federal, los mayores ingresos tributarios se apoyan primordialmente en los esfuerzos del SAT para combatir la evasión y elusión fiscal. Dado que estos esfuerzos iniciaron en 2020 (contribuyendo con 2.2 puntos porcentuales de PIB a la recaudación tributaria de ese año) y que en el margen sus rendimientos sobre los ingresos tributarios son cada vez menores, no parece muy probable que el déficit presupuestario se reduzca en un punto porcentual de PIB el próximo año.
Después de que la mayoría de los fondos públicos de contingencia han sido agotados por el gobierno federal actual, es importante reconocer que las finanzas públicas del país se encuentran en una situación de fragilidad. Como las presiones de ciertos rubros ineludibles del gasto público continuarán, la siguiente administración pública federal estará muy presionada para crear y/o aumentar impuestos.
*El autor es economista Principal de BBVA México.