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Opinión

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Panorama macroeconómico para 2024 y retos fiscales en 2025

Dado que uno de los factores más relevantes para el dinamismo del motor externo de la economía mexicana será la evolución que muestren las tasas de interés en Estados Unidos, la posibilidad de una mayor persistencia de la inflación en ese país podría desacelerar el motor externo más de lo previsto y afectar aún más el crecimiento de la industria manufacturera mexicana. No obstante, hasta el momento las previsiones de BBVA México indican que la economía mexicana continuará mostrando dinamismo en 2024, apoyada principalmente por la resiliencia del consumo privado y la fortaleza del mercado laboral. La previsión del banco para el crecimiento económico en 2024 es 2.9% vs. 3.4% en 2023.

Ante la revisión al alza en los pronósticos de la inflación subyacente publicados en diciembre por el Banco de México y la resistencia a la baja que sigue mostrando la inflación de los servicios, es muy probable que el Banco de México retrase el inicio del ciclo de recorte de tasas hasta marzo. La gradual convergencia de la inflación anual a su meta de 3.0% en 2024 contribuirá a que el banco central lleve esta tasa a un nivel de 9.0% (con un ligero sesgo al alza) al cierre del año. El pronóstico de BBVA México para la inflación general es 3.4% en 2024.

Importantes retos económicos se presentarán para el siguiente gobierno federal. En particular, destaca el reto de la consolidación fiscal dado el poco margen de crecimiento para la recaudación tributaria y las presiones al gasto público derivadas de la continuidad de los programas sociales instituidos en este sexenio.

¿Qué estaría prácticamente obligando al siguiente gobierno federal a realizar ajustes al gasto público a partir de 2025? Para evitar que la trayectoria de la deuda pública (% del PIB) retome su trayectoria ascendente y la calificación crediticia soberana sea afectada, será necesario que el siguiente gobierno federal reduzca el déficit público de 4.9% del PIB en 2024 a niveles cercanos a 2.0% del PIB a partir de 2025. No solamente resulta preocupante que el déficit público aprobado para este año sea el máximo desde 1990, sino también sorprendente en un contexto en el que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estima que la economía mexicana crecerá por encima de su potencial (2.6% vs. 2.4%).

La SHCP pronostica que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) será 48.8% del PIB al cierre de 2024. Este nivel rompería la racha de tres años consecutivos de caídas en este saldo histórico como proporción del PIB. Cálculos propios muestran que sería necesario que los RFSP fueran aproximadamente -3.5% del PIB en 2024 para mantener el saldo histórico de estos requerimientos en 46.5% del PIB (nivel de cierre de 2023 estimado por la SHCP). Cabe mencionar que este saldo también podría mantenerse con los RFSP en -5.4% del PIB (previsto por la SHCP para 2024) si el crecimiento económico fuera 7.8% en este año. No obstante, a este escenario, que contempla una aceleración significativa en el crecimiento, BBVA México le asigna una muy baja probabilidad.

El escenario base del banco para las previsiones económicas de 2024 no supone que habrá una recesión económica en Estados Unidos. Aunque un aterrizaje suave es “cada vez más concebible” en palabras de Thomas Barkin (presidente del Banco de la Reserva Federal de Richmond), una recesión no puede descartarse totalmente. El impacto que tendría sobre la economía mexicana sería inmediato por los fuertes vínculos comerciales y financieros con ese país. Entonces una recesión económica podría justificar el mayor déficit público aprobado para 2024. ¿Habrá sido una estrategia de control robusto del gobierno actual?

*Arnulfo Rodríguez Hernández es economista principal de BBVA México.

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