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Opinión

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Para entender la retención provisional en el mundo de las inversiones

En el mundo de las inversiones es de suma importancia comprender cómo maximizar el rendimiento, mientras se protege el capital. Uno de los pilares fundamentales en este proceso es la gestión de la fiscalidad, un aspecto que afecta a todas las operaciones.

En el contexto financiero de México, la legislación establece que se debe retener un porcentaje de impuestos en los instrumentos de deuda mexicanos. Esta retención se calcula de acuerdo con las reglas establecidas en la Ley de Ingresos de la Federación y su porcentaje puede variar año con año. 

En el ejercicio fiscal 2023, la retención provisional para estos instrumentos fue de 0.15%. Sin embargo, se anticipa que el porcentaje de retención para 2024 tendrá un incremento sustancial ubicándose en 1.48%. Esto implica que, si se tiene dinero invertido en instrumentos como cetes, bonos o pagarés, el gobierno retendrá una parte de las ganancias que se obtengan de manera automática.

Por poner este punto en perspectiva, en el supuesto que en el siguiente año alguna persona realice una inversión en cetes que ofrece un rendimiento aproximado del 11%, terminaría recibiendo un rendimiento cercano al 9.52%, debido a la retención provisional.

Es fundamental contemplar que este incremento en la retención provisional no implica un cambio en la fiscalidad para los instrumentos de deuda. Más bien, y dada la expectativa de que existan rendimientos reales más altos durante el próximo año, el gobierno retendrá de manera preventiva un mayor porcentaje de impuestos. El monto total de impuestos a pagar generado por este tipo de inversiones se deberá presentar en la declaración anual considerando el total de ganancias reales que se generen.

Sin embargo, buscando alternativas fiscalmente más eficientes que no requieran hacer retenciones provisionales y que tengan tasas de impuestos más favorables, han aparecido diferentes fondos de inversión en el mercado que, a través de vehículos que replican las tasas de rendimiento de la deuda mexicana, tienen una fiscalidad más benéfica y además no realizan retención provisional. 

Estos fondos pueden ser una excelente alternativa para diversificar un portafolio de inversión, aprovechar las tasas de rendimiento históricamente altas y obtener un rendimiento después de comisiones e impuestos que resulte más atractivo.

En conclusión, es esencial comprender la fiscalidad de los instrumentos en los que se invierte ya que pueden mermar las ganancias. No obstante, no hay que entrar en pánico ante estos cambios y mejor consultar con un asesor de inversiones de confianza quien podrá ayudar a elegir los mejores vehículos para diversificar el portafolio y al mismo tiempo potenciar los rendimientos de acuerdo con cada situación personal. La planificación patrimonial es fundamental para alcanzar los objetivos de largo plazo y asegurar un futuro financiero sólido.

*El autor es VP Client Strategy- BBVA Asset Management.

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