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¿Paranoias en el INE?
Desde la comodidad de su estudio, Uuc kib Espadas Ancona ha cumplido con sus obligaciones como consejero electoral. Obligado por la pandemia, el politólogo yucateco nunca ha faltado a las sesiones del Consejo General del INE, aunque mayoritariamente sus participaciones han sido vía remota. No obstante, sus argumentaciones son seguidas puntualmente por sus colegas y por los representante partidistas en la llamada “herradura de la democracia”.
Apenas antier, a propósito de la deliberación sobre el déficit de capacitados electorales, Espadas Ancona volvió a poner el dedo en la llaga: la burocracia institucional, sujeta a presiones, permitió que iniciara una ofensiva contra lo que en un momento se interpretó como una “invasión morenista” del aparato electoral. Esa paranoia, denunció, terminó por poner en riesgo la organización de los comicios más importantes de la historia contemporánea.
El uso de las afiliaciones indebidas quedó nuevamente expuesto. Pero sobre todo, los recovecos administrativos que mantienen atrapada a la estructura del órgano autónomo. Fue “la paranoia de una invasión que nunca existió, llevó a bloquear la contratación de muchas personas dispuestas a realizar este trabajo”, ilustró. “Este es un proceso que ha sido herido desde dentro y desde fuera”.
Más allá de los asuntos de la coyuntura, Espaldas evidenció —otra vez— la división entre los consejeros. Dos bandos. Uno, mayoritario, no acepta a la actual presidenta consejera, Guadalupe Taddei. A las presiones partidistas se suma el fuego amigo. La percepción general es que el INE está desordenado.
A ocho días de la elección, los esfuerzos por descarrilar al INE y culpar a Taddei son evidentes y preocupante, la división dentro del Consejo General del INE. El bloque designado hace un año no se acopló a los anteriores integrantes, quienes insisten en señalar que Taddei toma decisiones unilaterales, sin considerar que las decisiones administrativas son de su competencia, por diseño institucional. Un ejemplo dramático ocurren es el área de comunicación social, donde las consejeras Carla Humphrey, Claudia Zavala y Diana Ravel han dejado que agentes externos se incorporen a los equipos de trabajo, sin tomar en cuenta al personal que ha trabajado en el área desde que nació la institución, hace una década.
Las pugnas en el Consejo General del INE cumplen un año y se explican —en buena medida— por la designación de Taddei como presidenta del Pleno, compuesto por 11 consejeros ciudadanos. El bloque mayoritario respaldó las aspiraciones de Carla Humphrey Jordan, quien incluso recurrió al Tribunal Electoral, infructuosamente.
La designación de los directores ejecutivos es uno de los capítulos más oprobiosos de esta pugna, cuyo capítulo más reciente transcurrió durante la temporada de debates presidenciales.
Efectos secundarios
ENCONOS. La disputa por las alcaldías en la Ciudad de México alcanzó niveles extremos. En la Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega puede dar testimonio de la guerra sucia, en su máxima expresión. En Benito Juárez, la morenista Leticia Varela ha sido blanco de críticas por supuesta usurpación de funciones. Y en Miguel Hidalgo, las huestes de Miguel Torruco y Mauricio Tabe han escalado las afrentas de manera preocupante. La destrucción de sus anuncios apenas es un atisbo de una pugna de gran calado.