Pasar de las palabras a los hechos

No es con descalificaciones o insultos en artículos en los periódicos, ni con programas, foros de opinión, desplegados o marchas, ni con una “Marea Rosa” que es demasiado rosa, ni con nuevos partidos, ni con los actuales partidos políticos de oposición, que no van a tener la fuerza en el Congreso para parar la reforma al Poder Judicial, la electoral que eliminaría los diputados y senadores plurinominales y la reforma para eliminar todos los organismos independentistas, como se puede parar a López Obrador, a Claudia Sheinbaum y a Morena.

La única acción en este momento que puede detenerlos es el “paro” de magistrados, jueces y personal del Poder Judicial, a los que además de apoyarlos, debemos verlos como un ejemplo de acciones similares que hay que tomar si queremos parar las reformas.

No nos confiemos en que Claudia Sheinbaum cuando tome el poder va a parar o negociar las reformas. La escogió López Obrador porque es un espejo de lo que él piensa, no es por debilidad por lo que no se enfrenta a él, es porque está totalmente de acuerdo con las reformas. No le demos más vueltas, el próximo gobierno va a construir el 2do piso de la 4ta transformación y las reformas que se están discutiendo son los cimientos de ese segundo piso.

De llevarse a cabo esas reformas y de continuar la militarización del gobierno, Claudia Sheinbaum va a seguir concentrando el poder en la Presidencia y en el Ejército, eliminando en la práctica la división de poderes, y poniendo en riesgo el estado de derecho y la seguridad jurídica de las personas, la inversiones y empresas privadas.

Apoyar el “paro” del Poder Judicial es la única alternativa en este momento para parar a Claudia Sheinbaum y Morena. Ya doblegaron a la mayoría de los consejeros del INE, a 3 magistrados del TEPJF y según parece ya cuentan con los tres senadores que les faltaban para lograr la mayoría calificada en ambas cámaras. Dentro de Morena, el gabinete o los gobernadores no hay nadie que vaya a atreverse a enfrentar a Claudia, y el Verde y el PT son sólo comparsas de Morena. Sólo hay que ver el cinismo del partido Verde que, al día siguiente que le asignaron los diputados de representación proporcional, cedió a Morena 15 diputados que les habían prestado. O el cinismo de Manuel Velazco al decir sonriendo que ya tienen la mayoría calificada en el Senado, no es de extrañarse en una persona que carece de toda ética y honestidad. O lo dicho por Mario Delgado, presidente de Morena y uno de los hombres más indignos de la política, “hay que darle un gran regalo al presidente con la aprobación de las reformas”. O la intención de Ricardo Monreal, que afortunadamente paró Claudia Sheinbaum, de violar los reglamentos de la cámara para aprobar el 1o de septiembre la reforma del Poder Judicial.

Los partidos de oposición no tienen la fuerza política para parar las reformas. No esperemos que desde fuera vaya a venir la presión para pararlas, lo que no hagamos nosotros no lo va a hacer nadie. Hay que esperar a ver cómo actúa la futura presidenta cuando asuma el cargo, pero si queremos que las reformas no limiten nuestra Democracia, la división de poderes y el Estado de derecho, tenemos que seguir el ejemplo del “paro” del Poder Judicial y empezar a pensar en tomar medidas similares si realmente queremos evitar caer en una autocracia.