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Peso completo
Ya lo planteaba el señor presidente; en Wall Street están sorprendidos por la fortaleza del peso mexicano frente a otras divisas. Para todos aquellos que verdaderamente le apuestan al progreso, esta debe ser una gran noticia, sin embargo, vale la pena un análisis pormenorizado sobre las razones que han mantenido a la moneda nacional debajo de una barrera conveniente. Porque hay que reconocer los puntos buenos que significan avance.
Al igual que todo mercado, el mercado de divisas se maneja por las leyes de la oferta y la demanda. Una mayor demanda de dólares encarece su precio y deprecia el valor del peso. Pensaríamos que, en un escenario de economías ralentizadas, el mejor refugio y salvamento es la compra de dólares. Sin embargo, los factores que para conservar la estabilidad ha propiciado el Banco Central, han permitido un desplazamiento marginal al encontrar mayores incentivos para la inversión en pesos. La gran diferencia entre las tasas de referencia mexicana y estadounidense, permite que dicho contexto opere a favor de los mexicanos. En una época de incremento inflacionario, el mantenimiento de la salud cambiaria es una de las prioridades y el Banco de México lo ha hecho de forma sumamente efectiva. Lo anterior, no quiere decir que tales condiciones vengan aparejadas a inversión y crecimiento.
Y así, a pesar de que las remesas no deben ser un punto de presunción ya que revelan una creciente falta de oportunidad laboral en el país, es cierto por igual que las mismas representan un factor para el fortalecimiento cambiario del peso mexicano. En abril de este 2022, las remesas destinadas a nuestro país, llegaron a un nivel récord de 4,720 millones de dólares, cifra que supera los flujos de salida por inversión de cartera.
La disrupción obligada para las inversiones que tendrían como destino China y Rusia, ha permitido una mayor diversificación de la inversión destinada a nuestro país sin que necesariamente esta llegue a niveles adecuados para detonar un crecimiento acelerado. La expectativa de un crecimiento en las exportaciones de materias primas es real y favorece a nuestro país ante las condiciones de aquellos que se encuentran dañados por los efectos de la pandemia o por las causas bélicas de todos conocidas. México tiene ahí una oportunidad significativa.
Pero lo más importante y destacable: la autonomía en la actuación del Banco de México ha sido palpable y atinada en estos tiempos de inestabilidad inflacionaria a nivel mundial. No podemos esperar en contraste que, estas condiciones permanezcan a lo largo del año. El peso ya ha llegado a su nivel de equilibrio contra el poder adquisitivo. Ese piso de los 19.45 pesos por dólar, será muy difícil que se supere. Pero, un posible incremento de la tasa de interés en los Estados Unidos, un rebrote de covid en territorio nacional o una prolongada guerra en Ucrania, son factores que presionarían para que el precio del dólar se incremente.
Twitter: @gdeloya