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Opinión

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Pierde impulso el peso

Federal Reserve Board Building in Washington

Federal Reserve Board Building in WashingtonTHE NEW YORK TIMES, X06988

La semana pasada, en tan solo tres sesiones nuestro peso frente al dólar perdió casi un peso en su cotización, llegando a rebasar niveles de 18.62 pesos/dólar en la operación intradía, para finalmente cerrar la semana en 18.16

Sin duda, llevamos ya varias sesiones en las que la cotización del peso frente al dólar ha mostrado fuertes retrocesos, lo que ha generado ya, que varios analistas se pregunten si la racha alcista del peso que hizo que llegara a niveles de 16.62 pesos/dólar hasta hace apenas algunas semanas haya llegado a su fin, pero también, si las presiones recientes se podrían considerar ya un cambio de tendencia.

Y es que la semana pasada en tan solo tres sesiones nuestro peso frente al dólar perdió casi un peso en su cotización, llegando a rebasar niveles de 18.62 pesos/dólar en la operación intradía, para finalmente cerrar la semana en 18.16.

Las razones tras la depreciación del peso son muchas y variadas e incluyen factores tanto internos como externos.

Los factores externos tienen que ver con la fortaleza que ha presentado el dólar norteamericano debido al cúmulo de datos económicos que señalan que la economía estadounidense sigue fuerte, como fueron los datos de empleo publicados el pasado viernes, en donde el Departamento del Trabajo informó sobre la creación de 336,000 puestos de trabajo para septiembre, muy por encima de lo esperado, y una tasa de desempleo sin cambios en 3.8%, lo que ha generado inclusive la expectativa de que la Reserva Federal podría no solamente mantener su tasa de referencia elevada por un periodo prolongado, sino inclusive llegar a subirla en un cuarto de punto tan pronto como este mismo año.

De hecho, al momento de escribir esto, los futuros en Chicago descuentan con una probabilidad del 42.4% que la Fed podría subir su tasa en la reunión del próximo 13 de diciembre, contra tan solo un 27.1% que apuesta por un alza en la reunión del 1 de noviembre.

Por lo pronto, lo anterior generaría que el diferencial de tasas entre México y Estados Unidos se reduzca, lo que desincentivaría las apuestas que los inversionistas han hecho a favor del peso como negocio, mejor conocido en el mercado como el carry trade.

Otro factor que ayudó a liberar presiones para los mercados, particularmente los norteamericanos, tuvo que ver con la aprobación de último minuto que hiciera el Senado de los Estados Unidos para evitar el cierre del Gobierno el fin de semana antepasado, lo que da un respiro al menos de aquí al próximo 17 de noviembre, pero no fue una negociación fácil y de hecho le costó el puesto al líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, lo que genera preocupaciones por el resultado que podría tener la negociación que se tendrá que llevar acabo de nueva cuenta el próximo mes.

Todo lo anterior, y particularmente la expectativa de tasas altas, también han dejado ya sentir su impacto en los mercados accionarios donde parecería por momentos que en el corto plazo ya habrían tocado sus niveles máximos y podrían empezar a retroceder.

Entre los factores internos, la debilidad del peso se explica por la preocupación que ha generado el déficit fiscal que ha presupuestado el Gobierno de México para el año entrante, lo cual se asocia siempre con presiones inflacionarias y por ende, tasas elevadas y depreciaciones del peso.

A lo anterior habría que sumarle la decisión de la Agencia Federal de Aviación Civil de subir intempestivamente la TUA, lo que tuvo un efecto negativo en el valor de las acciones de los diferentes grupos aeroportuarios que cotizan en la Bolsa, donde llegaron a perder entre un 18 y hasta un 27% el pasado jueves.

El tema en este caso tiene que ver con la confianza, donde se evidencia la falta de certidumbre que existe para invertir y hacer negocios cuando se pueden cambiar las reglas del juego en cualquier momento, precisamente cuando el negocio de la aviación pasa por una situación complicada y aún no se recupera del efecto negativo de la pandemia.

Finalmente, el año entrante será uno electoral tanto en México como en los Estados Unidos, y en los últimos 4 años de elección presidencial el peso ha sufrido depreciaciones importantes en el primer semestre.

No les quepa duda, el peso seguirá presionado.

aga@gamaa.com.mx

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