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Opinión

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Política industrial, ¿ahora sí?

En el último tercio del sexenio, el gobierno lopezobradorista prefigura una política industrial.

Todavía no es una política definida. Es, como lo dice su presentación, una estrategia “Rumbo a una Política Industrial”.

Es básicamente, la intención del gobierno, a través de la secretaría de Economía que encabeza Tatiana Clouthier, en coordinación con los industriales, de delinear una política industrial.

¡Más vale tarde que nunca! Para el perfil del actual gobierno que se ha declarado abiertamente nacionalista, resultaba muy difícil de explicar por qué no tenía una política de fomento  y apoyo a los industriales nacionales.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha criticado en reiteradas ocasiones a los gobiernos neoliberales porque en su momento declararon que la mejor política industrial era no tener política industrial.

La frase, hay que recordarlo, la hizo el entonces secretario de Comercio y Fomento Industrial, Jaime Serra Puche, quien posteriormente fuera efímero secretario de Hacienda y Crédito Público.

Serra hizo tal afirmación en el contexto de la negociación y firma del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), la versión previa al actual T-MEC que firmó el gobierno lopezobradorista.

Ciertamente, fueron muchos años sin una política industrial. La intención de que se lograra una mayor integración nacional en la producción, destinada a la exportación, quedó en eso, una intención.

Los industriales tuvieron que navegar sin una política industrial.

Por eso, cuando inició el actual gobierno, se crearon altas expectativas por la posibilidad de que ahora sí, se tomaran cartas sobre el asunto.

Pero no pasó nada. Han transcurrido dos tercios del gobierno que se ha enfrentado y sigue enfrentando a los inversionistas extranjeros, sin que los industriales tengan una hoja de ruta y mucho menos, incentivos de ninguna especie.

En la explicación de la Secretaría de Economía, del documento Rumbo a una Política Industrial, de entrada, refiere de manera crítica el argumento de los gobiernos neoliberales y subraya que los resultados adversos de tal afirmación demuestran la necesidad de un cambio de ruta.

A dos años de que termine el sexenio, Clouthier presentó la estrategia. Es un bosquejo muy general y sin incentivos fiscales.

No se incluyeron en el Paquete Económico 2023. Todavía están a discusión, declaró el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio.

En el documento presentado no se incluyen específicamente qué tipo de incentivos fiscales se están solicitando.

Aunque el funcionario respaldó el anuncio de la secretaría de Economía, no especificó para cuando estarán aprobados.

Sin embargo, sí dijo que estarán enfocados a tratar de generar o incrementar la rentabilidad de las inversiones, siempre que estas se realicen en un sector estratégico identificado por la política industrial.

La estrategia “Rumbo a una Política Industrial” está enfocada en cinco sectores clave: agroindustria, electrónica, electromovilidad, servicios médicos y farmacéuticos e industrias creativas y tiene 4 líneas clave: innovación digital y tendencias tecnológicas-científicas; formación de capital humano para las nuevas tendencias; promoción de contenido regional y encadenamiento para miPyMEs; e Industrias sostenibles y sustentables.

El propósito principal es crear un modelo industrial que genere un crecimiento económico incluyente.

El presidente de la Concamin, José Abugaber, está muy entusiasmado con la estrategia, pero advierte que se requieren incentivos fiscales.

Nadie puede estar en desacuerdo. México necesita una política industrial que fomente y apoye las cadenas productivas, el contenido nacional y regional, la innovación, la formación de capital.

Todavía falta ver si el Presidente de la República da su anuencia para que se destinen los incentivos fiscales necesarios.

El contexto es propicio: la confrontación entre Estados Unidos y China; la relocalización que están provocando la pandemia, el confinamiento y la disrupción de las cadenas de suministro; la ratificación del T-MEC y el enorme avance que lograron distintos sectores productivos en virtud de la vigencia del acuerdo comercial.

¿Qué hace falta? Voluntad política del Jefe del Ejecutivo y sobre todo una política de energía que realmente favorezca un mercado abierto y competido en el que confluyen las inversiones nacionales e internacionales y la congruencia entre el discurso de amistad con nuestros socios comerciales y las acciones respectivas que lo sustenten. A ver.

marcomaresg@gmail.com

Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

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