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¿Por qué Dos Bocas no es Deer Park?
El 50% de Deer Park costó 1,200 millones de dólares en 2021. Esta refinería está en Texas y tiene la capacidad de refinar 320,000 barriles diarios. La refinería de Dos Bocas costará alrededor de 18,000 millones de dólares, está en Tabasco y empezará produciendo 243,000 barriles. En 2025, según el director de Pemex, tendrá la capacidad de producir lo mismo que Deer Park.
¿Qué significan estas cifras? Dos Bocas nos costará 7.5 veces más caro que en Deer Park. En otras palabras, con lo que costó la refinería de Tabasco se podrían haber comprado siete refinerías como Deer Park. SIETE, sí, pero muy grandes. Ésta es una de las 20 mayores refinerías de Estados Unidos y el gobierno mexicano ya tenía 50% de ella, por una adquisición hecha en 1992, durante el sexenio de Carlos Salinas. La compra de la otra mitad es quizá la decisión más acertada del gobierno de AMLO en materia de refinerías. La cantidad invertida ya se recuperó.
¿Qué tiene Deer Park que no tenga Dos Bocas o las otras refinerías de Pemex? En primer lugar, opera como si fuera una empresa privada estadounidense y no como una paraestatal mexicana. Es la refinería de Pemex que tiene menos paros técnicos y mayor productividad. Tiene menos empleados que cualquiera de las refinerías de Pemex y cada empleado produce mucho más. Sólo 5% de la producción de la refinería texana es combustóleo, comparado con alrededor de 30% en México. Está ubicada en un complejo petroquímico en el área de Houston, cerca de las redes que conectan con consumidores y con proveedores de alto nivel. Allá hay sindicatos, pero no son del STPRM, que encabeza Ricardo Aldana.
Deer Park tuvo utilidades por el equivalente a 19,231 millones de pesos en 2022. Pemex Transformación Industrial, que agrupa las seis refinerías que Pemex opera en México tuvo pérdidas de 177,857 millones de pesos en 2022. En 2021, los números rojos ascendieron a 172,000 millones de pesos. En 2020, las pérdidas fueron 232,000 millones, el récord histórico.
Las refinerías de Pemex están ubicadas en Cadereyta, Nuevo León; Ciudad Madero, Tamaulipas; Minatitlán, Veracruz; Salamanca, Guanajuato; Tula, Hidalgo, y Salina Cruz, Oaxaca. El promedio de utilización de la capacidad productiva de estas refinerías ha sido inferior al 50% en lo que va del sexenio. Son plantas que están en mal estado y encarnan una paradoja económica: entre más producen, más pierden.
¿Operará Dos Bocas como Deer Park o de una manera parecida a sus hermanas de Pemex TRI? Para asomarnos al futuro, podemos revisar lo que fue el proceso de construcción. En 2019 se anunció que se haría a un costo de 8,000 millones y se puso un plazo de cuatro años para concluirla. El plazo no se cumplió, pero el gran problema estuvo en el rebase del presupuesto. De manera extraoficial se sabe que el costo está cerca de los 18,000 millones de dólares. Es extraoficial porque ha habido opacidad y más ideología que rendición de cuentas. Los sobrecostos se explican por varios errores en el proceso de planeación y ejecución de la obra. En la estimación original de los costos no estaba contemplado, por ejemplo, la planta de cogeneración eléctrica.
¿Se logrará la autosuficiencia en combustibles con Dos Bocas? En México se consumen 1.4 millones de barriles diarios de combustibles. Las seis refinerías producen alrededor de 860,000 barriles. Con la producción de Dos Bocas se llegará a 1.1 millones en una primera etapa. Queda una brecha de más de 300,000 barriles, por qué no consideramos Deer Park y hacemos cuentas alegres. La primera razón es que se trata de una refinería que está en Texas (que sigue siendo territorio estadounidense). Más importante aún es que vende entre 85 y 90% de su producción en Estados Unidos y envía a México entre 10 y 15% de la misma.
¿Qué tanto del sobrecosto tiene que ver con corrupción? La Auditoría Superior de la Federación, a quien nadie puede acusar de rudeza contra la 4T, detectó irregularidades por 2,240 millones de pesos en nueve contratos adjudicados directamente. Cabe la pregunta de cuánto se encontraría, si se buscara con ganas. Una auditoría hecha por Pemex concluía que existe el riesgo de que no se alcance el nivel de rentabilidad requerido. Más que riesgo, esto será una realidad. De acuerdo con el analista Macario Schettino, la inversión de Dos Bocas tardaría más de 80 años en recuperarse. Para entonces, seguramente, la gasolina se habrá dejado de utilizar.