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Opinión

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Por qué Maduro no puede ni quiere dejar el poder

El dictador de Venezuela Nicolás Maduro sabe que de dejar el poder podría terminar sus días como muchos otros dictadores que fueron derrocados. El exilio, la cárcel o la muerte es lo que podría esperarle en caso de que la presión popular o internacional lo obliguen a abandonar el cargo.

El destino de los dictadores latinoamericanos al dejar el poder ha variado significativamente y los finales de varios de ellos muestran las diversas trayectorias que puede tomar el poder absoluto.

Algunos dictadores encontraron refugio en otros países tras ser derrocados. Fulgencio Batista (Cuba, 1952-1959), derrocado por la Revolución Cubana, se exilió en República Dominicana y luego en España, donde murió en 1973. Marcos Pérez Jiménez (Venezuela, 1952-1958), vivió en República Dominicana y España, falleciendo en 2001. Jean-Claude Duvalier (Haití, 1971-1986), huyó a Francia, regresó a Haití en 2011 y murió en 2014. Alfredo Stroessner (Paraguay, 1954-1989), exiliado en Brasil, murió en 2006.

Otros enfrentaron la justicia. Augusto Pinochet (Chile, 1973-1990), arrestado en Londres en 1998 por violaciones a los derechos humanos, regresó a Chile y enfrentó varios juicios hasta su muerte en 2006. Alberto Fujimori (Perú, 1990-2000), extraditado desde Chile en 2007, fue condenado por violaciones a los derechos humanos y corrupción y apenas liberado en 2023. Jorge Rafael Videla (Argentina, 1976-1981) y Reynaldo Bignone (Argentina, 1982-1983) murieron en prisión, en 2013 y 2018, respectivamente, tras ser condenados por sus crímenes. José Efraín Ríos Montt (Guatemala, 1982-1983), derrocado en 1983, fue condenado en 2013 por genocidio y crímenes contra la humanidad, aunque el fallo fue anulado, y murió en 2018 mientras enfrentaba un nuevo juicio. Luis García Meza (Bolivia, 1980-1981), murió en prisión en 2018 después de ser condenado por violaciones a los derechos humanos. Manuel Noriega (Panamá, 1983-1989), fue encarcelado de 1992 a 2010 en Estados Unidos, de 2010 a 2011 en Francia y de 2011 hasta su muerte en 2017 en Panamá.

Algunos dictadores encontraron un final violento. Rafael Trujillo (República Dominicana, 1930-1961) fue asesinado en una emboscada en 1961. Anastasio Somoza Debayle (Nicaragua, 1967-1979), derrocado y exiliado en Paraguay, fue asesinado en 1980 en Asunción, la capital paraguaya,

Unos pocos lograron regresar al poder. Juan Domingo Perón (Argentina, 1946-1955, 1973-1974), regresó en 1973 y fue reelegido presidente. Daniel Ortega (Nicaragua, 1979-1990, 2007-presente), después de perder las elecciones en 1990, volvió al poder en 2007 y sigue siendo presidente.

El futuro de Nicolás Maduro es incierto. Podría buscar asilo en países aliados como México, Cuba o Rusia si es derrocado. Un cambio de régimen podría llevarlo a juicio por violaciones a los derechos humanos y corrupción. Aunque menos probable, podría tener un final violento en caso de un colapso gubernamental. Alternativamente, podría negociar una salida pactada y mantener cierta influencia política.

Después de 11 años en el poder, Maduro se niega a dejar la presidencia porque teme enfrentar las consecuencias de su gobierno autoritario y criminal que han empobrecido a la mayoría de los venezolanos y forzado a siete millones de ellos a huir de su país.

Facebook: Eduardo J Ruiz-Healy

Opinador, columnista, conferencista, media trainer, 35 años de experiencia en medios de comunicación, microempresario.

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