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Claudia Goldin: Premio Nobel de Economía 2023
Claudia Goldin, Nobel de Economía 2023. Foto: Reuters
Durante la mayor parte de nuestra historia, las mujeres, cualesquiera que sean sus capacidades, han sido relegadas a un segundo plano”.
Warren Buffet
Este pasado lunes se otorgó el llamado Premio Nobel de Economía a Claudia Goldin, por sus contribuciones a la ciencia económica al proporcionar “el primer relato completo de los ingresos de las mujeres y su participación en el mercado laboral a lo largo de los siglos”, revelando, “las causas del cambio, así como las principales fuentes de la brecha de género restante”.
Las contribuciones de Goldin son vastas e incluyen tanto aspectos relacionados con los temas económicos detrás de la esclavitud, como teorías de la discriminación y análisis puntuales de las brechas salariales de género.
Goldin ha realizado un profundo análisis empírico, con datos de series temporales, en el que involucra teorías económicas diversas, relacionadas con la forma en la que se determinan los salarios, la forma en la que las personas buscan acceder al empleo, así como teorías de la discriminación y, aunque su investigación se centra específicamente en la economía estadounidense, la profundidad de su análisis es perfectamente aplicable en sus conceptos más generales para el resto de las economías del mundo.
Goldin identifica los distintos componentes que por un lado han generado y acentuado la discriminación laboral de género y, por otro, algunas de las fuerzas que han permitido, aunque lentamente, avanzar en la disminución de la inequidad y específicamente en romper barreras estructurales para ampliar la participación de las mujeres en la economía.
En este sentido, los mecanismos relacionados con la educación y la ampliación de la participación de la mujer han sido fundamentales, así como la aparición de mecanismos de control de la natalidad que posibilitaron a las mujeres tomar un relativo control sobre sus decisiones de embarazo y consecuentemente, tener cierto margen de planeación sobre su embarazo, que tiene efectos fundamentales en su vida profesional.
Goldin identifica toda una serie de conceptos que alimentan la discriminación y propician la brecha salarial y de inequidad. También identifica ciertas ciertos incipientes cambios a nivel de conducta social y sociodemográfica que pueden ayudar, aunque muy lentamente, a romper barreras, como lo es la participación de las parejas en los temas relacionados con las tareas del hogar.
Los planteamientos de Goldin sirven para una profunda reflexión que permita entender mejor los alcances y límites de explicaciones qué, aunque parcialmente y de manera limitada válidas (como la orientación de mujeres hacia ciertas carreras que tienden a tener salarios menos remunerados), estas no son las explicaciones fundamentales de la discriminación y la brecha de género.
El tema es más urgente y vigente que nunca porque responde aspectos fundamentales. Por un lado, desde cualquier perspectiva y análisis económico, la mayor participación de las mujeres, en condiciones de equidad, en la economía, genera un incremento de la productividad. Además, su participación en posiciones estratégicas (de forma documentada), agrega valor a las empresas, lo que se traduce en una mayor rentabilidad.
Sus estudios ayudan a descalificar los argumentos vacíos que siguen centrándose casi en la misma lógica que los que se usaron cuando se pretendía abatir la discriminación racial en Estados Unidos, mediante respuestas simplistas.
Hoy, por ejemplo, que hay una exigencia de buscar una mayor participación de las mujeres en los órganos de dirección de las empresas, con frecuencia se escucha a ejecutivos hombres decir que el ejercicio de cuotas sólo lleva a contratar personas por género, que son subóptimas para ocupar los puestos. Pero ese argumento refleja más la muy limitada diversidad del entorno de quienes eso opinan, que la realidad del talento de las mujeres en nuestro país y el mundo.
