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Primer obstáculo: La tendencia de gastar o la incapacidad de ahorrar (Parte 2 de 6)
Como he explicado varias veces en este espacio, cuando la gente empieza a ganar dinero, lo primero que piensa es en qué se lo va gastar. Lo mismo cuando llega un aumento. Pocas personas piensan en cuánto van a ahorrar para construir la libertad financiera que desean. Es natural: los humanos tendemos a pensar mucho más en el corto plazo, en lo inmediato. Nuestra mente nos dice: ya habrá tiempo para lo demás.
Así, las personas deciden que ahora sí se van a poder comprar el nuevo celular, o van a ahorrar para pagar el enganche de un coche, o para irse de vacaciones con sus amigos.
Por otro lado, en esa etapa uno empieza ganando poco dinero. Pensemos en un ingreso de 15,000 pesos al mes. Ahorrar 15% (porcentaje sugerido por Bernstein para aquellos de menos de 25 años) equivale a 2,250 pesos mensuales. Es una cantidad que fácilmente se podría gastar en cosas que uno piensa que “necesita”, como comprar boletos para el concierto de nuestro músico favorito, irnos de fin de semana con los cuates o celebrar en un buen restaurante el cumpleaños del novio.
Incluso se puede gastar en pequeñas cosas (gastos hormiga) como el café diario en la oficina, unas cuantas suscripciones o incluso un par de tenis de marca. Al fin y al cabo uno trabaja para tener calidad de vida.
Es cierto: quitarnos estas cosas puede parecer demasiado, pero es mejor que llegar pobres a la edad de retiro. De hecho, la gente que se ha acostumbrado a gastar no quiere prescindir de ellas. Es muy difícil que lo entiendan. La mayoría incluso empieza a darse cuenta que algunas cosas se pueden comprar a meses, y así se empiezan a endeudar.
Por eso es tan importante acostumbrarse al ahorro desde que uno tiene su primer ingreso, cuando uno no tiene obligaciones. Además, es fundamental evitar cualquier crédito al consumo.
Bernstein lo deja claro: si uno tiene deudas de tarjetas de crédito, préstamos de nómina, crédito automotriz o estudiantil, antes de invertir, la prioridad es salir de ellas lo más rápido posible. Sólo cuando estamos libres de deudas es cuando realmente estamos construyendo nuestra libertad financiera.
Hay una clara excepción a esto. Si trabajamos para una empresa que ofrece un plan de pensiones en el que nuestro patrón iguala nuestras contribuciones en 50 o 100% (por ejemplo, si nosotros ahorramos 1,000 pesos, el patrón deposita otros 500 pesos), hay que aprovecharlo para maximizar la aportación de nuestro empleador, porque es dinero gratis y un rendimiento implícito que excede el costo de nuestras deudas.
¿Por qué es tan importante pagar tus deudas antes de empezar a invertir? Bernstein menciona que el rendimiento esperado de su portafolio sugerido, a largo plazo, es del 5% nominal anual (en dólares), que es menor que el costo de prácticamente cualquier crédito de consumo.
A continuación aclara que para propósitos de ahorro para el retiro, uno no tiene que pensar en rendimientos nominales, sino en rendimientos reales (es decir, arriba de la inflación. En su caso, dado que la inflación histórica en Estados Unidos es alrededor de 2% anual, el rendimiento real del portafolio que él sugiere es alrededor de 3% anual.
Por eso, la cantidad que uno ahorra también debería crecer anualmente con la inflación. Esto no supone un esfuerzo adicional, ya que uno debería esperar que como mínimo, a lo largo de su vida, sus ingresos también crezcan a este ritmo (o más, porque como mencioné, cuando uno empieza el ingreso es bajo y uno debe aspirar a lograr un crecimiento profesional importante).
Antes de finalizar este tema, para dominar este demonio, el autor nos sugiere la lectura del excelente libro “El Millonario de al Lado”, de Thomas Stanley y William Danko, del cual también he hablado en este espacio. En palabras de Bernstein, es quizá uno de los libros más importantes que uno puede leer, porque enfatiza la correlación inversa que existe entre el gasto y el ahorro. Si la lectura del libro no te hace entender lo importante que es tener tus hábitos de gasto en orden, nada lo hará.
Muchas veces he escrito que el ahorro es una condición necesaria para crear patrimonio, aunque no suficiente: también hay que saber invertir. Pero sin ahorro no hay inversión. Si queremos alcanzar nuestra libertad financiera debemos tener esto muy claro.
No te pierdas la siguiente entrega porque hablaremos del segundo gran obstáculo que es la falta de cultura financiera. Para tener éxito, no se necesita ser ningún experto financiero, pero sí tener claros ciertos conceptos importantes.