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Prohibir fracking, el costo
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que en México no se utilizará la técnica del fracking para la explotación de los recursos energéticos.
El jefe del Ejecutivo lo ha reiterado en innumerables ocasiones e incluso desmintió a su secretaria de Energía, Rocío Nahe, cuando públicamente dijo que sí se utilizaría la técnica del fracking; que se buscaría la de vanguardia en el mundo.
En ese contexto, el 10 de julio pasado, los senadores Martí Batres y Antares Guadalupe presentaron un proyecto de Ley para la Prohibición de la Fractura Hidráulica. El proyecto implica que del discurso presidencial, el tema transita hacia la vía legislativa con el propósito de hacer cumplir la decisión del presidente de la República. Por eso es importante saber cuál es el estatus legal de la técnica del fracking en México y cuáles serían los costos potenciales en caso de que se apruebe el proyecto para prohibir en México el uso de la técnica del fracking.
Las pérdidas.
Las pérdidas serían múltiples en el corto, mediano y largo plazos.
Welligence Energy Analytics, firma de análisis enfocada en el sector petrolero latinoamericano, analizó el impacto de la propuesta. Su conclusión es que de aprobarse, se arriesgaría la producción actual de hidrocarburos y se impediría el desarrollo de yacimientos no convencionales.
Pondría en riesgo las metas del Plan de Negocios de Pemex, los ingresos fiscales del gobierno y el desarrollo económico del país. De aprobarse la medida, se perderían reservas, producción, ingresos fiscales, inversión y empleos en el corto y largo plazo.
En sentido contrario, de permitir el uso responsable de la técnica del fracking, México puede maximizar su potencial petrolero, tal y como lo han hecho otros países.
Las cifras.
La prohibición del fracking implicaría una pérdida en la producción actual de 140,000 barriles diarios de petróleo y 1,200 millones de pies cúbicos de gas, equivalentes a 30% de la producción de gas natural.
Además significaría la pérdida de 30% de las reservas 3P del país. Es decir, 4,300 millones de barriles de petróleo y 13 trillones de pies cúbicos de gas.
Haría imposible alcanzar las metas del Plan de Negocios de Pemex y aumentaría la importación de gas en 25%, reduciendo la soberanía energética del país.
Reduciría los ingresos fiscales, por regalías o impuestos superficiales, en 7,000 millones de dólares hacia el 2040. Esto equivale al doble del efectivo que tiene Pemex.
Desarrollo: los impactos.
La prohibición del fracking tendría impactos muy negativos en el desarrollo económico y regional de México. La prohibición del fracking cancelaría inversiones de 1,300 millones de dólares en 2020 y 45,000 millones de dólares hacia 2040. Además, pondría en riesgo 24,000 empleos directos y 67,000 empleos indirectos. Limitaría la inversión en los estados con potencial de yacimientos no convencionales.
Por ejemplo, las cuencas de Burgos y Tampico Misantla, en Veracruz, Tamaulipas, San Luis Potosí, Puebla, Coahuila y Nuevo León. También se afectarían campos en Tabasco, y Veracruz, que son de baja permeabilidad y requieren del uso del fracking.
Produccion potencial.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (AIE), en el periodo 2025-2040, México puede producir en yacimientos no convencionales más de 400,000 barriles diarios de petróleo y 1,400 millones de pies cúbicos de gas. Esto equivale a 30% de la producción nacional actual.
Según el modelo económico de Welligence, también permitiría captar inversiones por 32,000 millones de dólares, perforar 4,500 pozos y crear 30,000 empleos directos y 85,000 empleos indirectos.
Fracking, méxico y el mundo.
Una solicitud de transparencia a la CNH ha reportado que desde 1996 en México se ha utilizado el fracking más de 36,000 veces en 8,000 pozos aproximadamente.
Es decir, se ha usado en uno de cada cuatro pozos que se han perforado en el país.
El fracking se usa para producir hidrocarburos de yacimientos no convencionales con reservorios de lutitas o shale, y también de yacimientos convencionales de baja permeabilidad.
La regulación mexicana del 2017 se basa en las mejores prácticas internacionales, garantizando la protección de comunidades y del medio ambiente, mientras maximiza el potencial petrolero del país.
El fracking se ha internacionalizado más allá de EU, expandiéndose a países como Canadá y Argentina. Los avances tecnológicos han maximizado el potencial de yacimientos no convencionales reduciendo sus riesgos. Esto ha permitido que cuencas maduras con poca actividad se restablezcan como polos de desarrollo. Lo mismo podría suceder en México, en cuencas como Burgos y Tampico Misantla. El fracking se ha usado en México por décadas.
Es necesario, dice la firma especializada, tener una discusión técnica de manera abierta sobre la propuesta de prohibirlo.
Con base en este análisis y muchos otros sobre el tema, lo cierto es que México está por darse un balazo en el pie, de mantener su ilógica posición en contra del uso del fracking.
Es una técnica que permitió a EU pasar de importador a exportador de energéticos.
El gobierno de México ha prometido garantizaar la soberanía energética y decir no al uso del fracking es totalmente contrario a ese objetivo. Al tiempo.
ATISBOS.
RENTABILIDAD.- La cúpula de cúpulas decidió no entregar un “cheque en blanco” al gobierno mexicano, al conocer el programa de inversiones por 485,000 millones de pesos para reactivar la economía.
El Consejo Coordinador Empresarial que preside Carlos Salazar pidió que los proyectos de inversión anunciados se lleven a cabo bajo análisis que demuestren su rentabilidad y que la inversión pública prevista en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 se concrete en su totalidad. No más, pero no menos.