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Putin examina a Biden y a la OTAN
A la OTAN se le ve desdibujada, fuera de época.
Olivier Kempf, investigador asociado de la Fondation de la Recherche Stratégique y director de La Vigie, gabinete estratégico, y quien ha servido a la OTAN como General, formula una pregunta elocuente y provocadora: ¿Existirá la OTAN en el 2030?
La Alianza deambula como zombie, principalmente, porque sus componentes estratégicos obedecen al contexto bipolar de la Guerra Fría.
Algunos de sus integrantes políticos y militares asisten a las reuniones periódicas motivados por la costumbre, pero difícilmente por interés.
La visión de lord Ismay, primer secretario de la Alianza, tenía como principio estratégico lo siguiente: “to keep the Americans in, the Germans down and Soviets out” (mantener a los estadounidenses dentro, los alemanes abajo y los soviéticos fuera).
Han pasado 70 años del deseo de lord Ismay.
La aparición de Trump en el gran teatro de la geopolítica desnudó la asincronía de la OTAN con el siglo XXI; la locomotora alemana corre sobre los rieles europeos; Reino Unido decidió ingresar al laberíntico Brexit del cual no ha podido salir, por el contrario, el desgaste súbito de Boris Johnson tiene al primer ministro con un pie fuera de Downing Street y; desde Francia, el presidente Emmanuel Macron diagnosticó a la Alianza “en estado de muerte cerebral” (The Economist).
Existen diferencias entre la Alianza y la OTAN. La primera es un sistema político y estratégico de unión entre treinta países que vincula las dos orillas del Atlántico Norte. La Alianza debate sobre temas estratégicos en el Consejo del Atlántico Norte (NAC). Al paso de los años, ha creado una organización militar integrada, la OTAN. La Alianza es política, la OTAN es operativa.
En 2021 Estados Unidos mira hacia el Pacífico; Londres hacia el Brexit y París hacia el Mediterráneo y África.
El presidente ruso conoce sobre los debilitamientos de la Alianza, de Londres y del presidente Biden.
El conflicto entre Rusia y Ucrania es un examen que formula el presidente ruso a la OTAN. La Unión Europea se encuentra en obras: Josep Borrell diseña un brújula para diagnosticar su ubicación frente al futuro.
Estados Unidos de Biden encontró en su salida de Afganistán un error estratégico con sus aliados. También se equivocó al confrontar a Francia contra Australia por unos submarinos nucleares. Es claro que Rusia tiene la última palabra.
@faustopretelin