Lectura 3:00 min
¿Qué es el interés compuesto y por qué es tan importante?
Hay una frase que se le atribuye a Albert Einstein, que es probable que nunca haya dicho: la fuerza más poderosa del universo es el interés compuesto. Eso no le quita razón. Es un concepto que hay que tener muy claro, porque es fundamental para la creación –o la destrucción del patrimonio–, dependiendo del lado que estemos (inversionista o deudor).
El interés compuesto es, simplemente, la capitalización de rendimientos, o como se dice popularmente: generar intereses sobre intereses.
Pensemos que invertimos 10,000 pesos a una tasa del 5% anual. Al cabo de un año tendremos 10,500 pesos (es decir habremos ganado 500 pesos de intereses).
Si invertimos de nuevo esa cantidad (los 10,500 que ahora tenemos) a una tasa del 5% anual, al término tendremos 11,025 pesos y así sucesivamente.
En un periodo corto, no hace gran diferencia. El verdadero poder del interés compuesto se manifiesta con el tiempo, en el largo plazo.
Desde luego, las inversiones por lo general no pagan un rendimiento fijo (las que lo hacen suelen tener rendimientos pequeños y apenas arriba de la inflación). Cuando invertimos, si lo hacemos bien, a veces tendremos años buenos y malos (pero suele haber muchos más años buenos). El poder del rendimiento compuesto funciona igual.
A manera de este ejemplo: ¿Qué pasa si invertimos 10,000 pesos a diferentes plazos y tasas de interés, sin ninguna aportación adicional durante el plazo? La siguiente tabla lo ilustra:
Por eso mismo siempre he dicho que es fundamental empezar a ahorrar temprano para una meta tan larga como el retiro: el tiempo hace toda la diferencia.
Pero también es importante buscar potenciar nuestro rendimiento, sin exceder nuestra tolerancia al riesgo: una diferencia de tan sólo tres puntos porcentuales significa mucho en el largo plazo.
Ahora bien, así como el interés compuesto es una gran herramienta si la usamos a nuestro favor, también puede jugar en nuestra contra y mantenernos endeudados durante muchos años. Los intereses que genera cualquier crédito pasan a formar parte de nuestra deuda. Sin embargo, la mensualidad debe cubrir la totalidad de los intereses generados (por lo menos), ya que de lo contrario la deuda crecería de manera indefinida y sería interminable. Por eso también, si no pagamos en tiempo, el problema puede ser muy grande, porque los intereses se siguen generando (además de comisiones por pago tardío e intereses moratorios –todos ellos sumados al capital).
Como siempre he dicho, las deudas comprometen siempre nuestro ingreso futuro (parte de lo que ganaremos será para pagar esas deudas y no para hacer cosas que podrían ser más importantes para nosotros).
Precisamente por eso, siempre he dicho en este espacio que tenemos que ahorrar con disciplina y visión de largo plazo, desde que obtenemos nuestro primer trabajo y que tenemos que evitar adquirir deudas. Porque para construir un patrimonio, la clave es tener al interés compuesto de nuestro lado, jugando para nuestro equipo, a favor de nosotros y nunca en nuestra contra.