Lectura 3:00 min
¿Qué pasa con la economía en India?
Serán necesarias medidas más duras de ajuste macroeconómico y de cambio estructural; comienza ?a contagiar a otras economías emergentes.
El indicador líder de la OCDE anticipa la aceleración del crecimiento económico en EU, Japón y la eurozona, y desaceleración en las principales economías emergentes, especialmente en el bloque BRIC. La aportación del bloque de países desarrollados al incremento de la demanda agregada global superará por primera vez desde el 2008 la contribución de las economías emergentes. La desaceleración de India es un caso interesante.
Durante décadas India fue famosa por su falta de dinamismo, al igual que México, en las últimas dos décadas su crecimiento no rebasaba 3 por ciento. En los 90 el entonces ministro de hacienda, Manmohan Singh, hoy primer ministro, puso en marcha un exitoso programa de reformas estructurales que hicieron que la economía creciera 7% promedio anual entre 1990 y el 2011. Sin embargo, debido a múltiples factores, este impulso se está agotando. Este año con suerte la economía podría crecer solo 5.5 por ciento.
Ahora es evidente que India enfrenta una crisis de Balanza de Pagos. En el 2012 y el 2013 la cuenta corriente de este balanza ha sido deficitaria aproximadamente 98,000 millones de dólares, 5% del PIB. Aproximadamente 40% de estos déficits ha sido financiado con inversión de portafolios de corto plazo. Lo cual ha sido fácil en los últimos años debido a que la política monetaria de la Fed y otros bancos centrales de países desarrollados inundaron el mundo con dólares baratos. Pero las cosas se complicaron desde que Ben Bernanke anunció que la ésta pretende iniciar este año el desmonte de su programa de expansión cuantitativa.
Desde este anuncio se disparó la demanda de moneda/activos extranjeros en India anticipando problemas para el fondeo del déficit de cuenta corriente si se detiene o revierte la inversión extranjera de portafolios.
Desde el anuncio de Bernanke, la moneda local, la rupia, se ha devaluado 19.2% frente al dólar. El Banco de Reserva de India, el banco central, enfrenta una situación difícil. No cuenta con reservas internacionales suficientes para satisfacer la demanda especulativa de divisas y apoyar el funcionamiento de la economía. Si eleva sustancialmente la tasa de interés para defender la moneda daña el equilibrio interno porque encarece el crédito y frena la inversión fija necesaria para eliminar los cuellos de botella que obstaculizan el crecimiento. Si permite una mayor depreciación de la rupia provocará mayor inflación debido a que la economía enfrenta restricciones de oferta en sectores claves y provocar inestabilidad financiera debido a pasivos en moneda extranjera no cubiertos de empresas e intermediarios financieros debido a importantes pasivos no cubiertos.
En las últimas semanas el banco central ha enfrentado la crisis con medidas de restricción transitorias de liquidez y restricciones parciales a los movimientos de capitales. Las medidas de liquidez buscan invertir la estructura de tasas de interés, elevando la tasa de interés de corto plazo sobre la de largo plazo aumentando el costo de las posiciones especulativas de moneda extranjera. Las medidas parciales de control de capital limitan el tamaño de la posición en moneda extranjera de los intermediarios financieros, y la inversión extrajera de los residentes. Operaciones que superen estos límites deben ser autorizadas por el banco central.
rfeliz@eleconomista.com.mx