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Opinión

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¿Qué tanto afecta la inseguridad en la inversión?

Es evidente que los niveles crecientes de inseguridad que padecemos han dado pie a la duda de que sí son ya una causa que frena las inversiones. En efecto, para la mayoría de los analistas privados, el tema de la seguridad es, junto con la falta de Estado de Derecho, la principal causa por la que las inversiones domésticas no aumentan y, lo que es peor, la creación de nuevos negocios ha estado prácticamente cancelada en los últimos años, lo mismo ocurre con empresas ya establecidas, producto del incremento de las extorsiones que se documentan por cientos. Igualmente, la inseguridad en las carreteras genera pérdida de vidas y recursos considerables a la planta productiva. Lo que es fácilmente medible es, la notable cantidad de micro, pequeños y medianos negocios que todos los días cierran sus puertas ante el cada vez más extendido derecho de piso que se les cobra prácticamente en todos los rincones del país. Aunque los niveles de inversión en este tipo de negocios es ínfimo en comparación con los niveles de las grandes empresas y la extranjera directa, en el agregado suman millones y millones que al final del día detonan en la mayor fuente de empleo del país. Así como la empresa privada pone nueve de cada 10 pesos de inversión; las pymes generan nueve de cada 10 empleos en la economía formal. En este sentido no existe duda alguna de que el sector empresarial más bajo está siendo impactado de manera muy agresiva por los altos niveles de inseguridad al que asisten y de lo que no han sido en modo alguno, apoyados por la fuerza del Estado.

En el contexto más amplio encontramos la inversión extranjera directa, es decir, los recursos que los extranjeros invierten de manera productiva en el país para abrir o fortalecer fuentes de empleo; también encontramos los recursos que las grandes empresas nacionales ponen para fortalecer sus capacidades de producción, distribución y venta de sus bienes y servicios. En este segmento podemos decir que los extranjeros y las grandes empresas tienen suficientes medios para compensar la falta de seguridad que el Estado no les entrega; sistemas de seguridad, guardias privados, seguros, blindajes entre otros elementos están a su alcance. Habitualmente, nacionales y extranjeros invierten cotidianamente en zonas inseguras e incluso en áreas que están en guerra; la inseguridad es asunto importante pero no limitante para buscar rentabilidad económica. La IED acude a Afganistán, Iraq, Venezuela, Medio Oriente, Vietnam e incluso Taiwán que está en constante asedio de una guerra de proporciones épicas. En las grandes inversiones la inseguridad puede ser manejada de otra manera, infortunadamente en México ya apreciamos que la IED en 2023 siguió siendo baja con un saldo de 29,000 mdd y sólo el 16% de ésta son nuevas inversiones, el resto es para mantenimiento de lo que ya se tiene. Lo anterior mantiene el déficit de cuenta corriente además, nos compara negativamente por ejemplo con Brasil que capta 80,000 mdd al año.

Doctor en Desarrollo Económico, Doctor en Derecho y Doctor en Historia del Pensamiento Filosófico Especialidades en desarrollo económico en Oxford University y en Economía Internacional en Georgetown University. Profesor en la Universidad Panamericana y la Ibero. Ha colaborado en la Presidencia de la República, el Banco de México, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, fue Ministro de Asuntos Economicos de la Embajada de Mexico en EEUU (Washington). Autor de libros en Regulación Financiera, Historia Económica, Política Fiscal, Políticas Públicas y Ética.

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