¿Quién califica a las agencias calificadoras?

Las agencias calificadoras vienen degradando la calificación crediticia de EU, sí del país más poderoso del mundo, con influencia en cada rincón del planeta, con una economía espectacularmente robusta y flexible que, además, es el fabricante de la moneda más preciada y segura del orbe. Por otro lado, la calificación del soberano mexicano la bajaron en 2020 y, desde entonces, se encuentra con perspectiva estable. Cómo es posible que, teniendo la recaudación más baja de América Latina, con gastos de gobierno crecientes sin ser auditados adecuadamente y una deuda neta acumulada sólo en este sexenio de 6.2 millones de millones, mantenga buenas notas por decirlo de una forma. En las ciencias sociales siempre, por arriba de lo aritmético, está el sentido común. El caso del gigante inglés Barings fundado en 1792, desapareció de un día para otro en 1995 luego de que un solo empleado perdiera 1,200 mdd; sus calificaciones de crédito mostraban la fortaleza de esa institución, pero no su matriz de riesgos. Antes de la crisis hipotecaria y financiera de 2008 las calificaciones del sistema financiero norteamericano y europeo se encontraban en niveles considerablemente altos, de pronto resultó que nadie vio venir la crisis en especial las calificadoras.

Como sabemos existen tres agencias calificadoras con influencia global: Fitch, Moodys y Standard & Poors, éstas como el resto, enfrentan entre otros desafíos, el ético. Se sabe de las dificultades que tienen al ser contratadas por diversas empresas o gobiernos para que los califiquen. Te pago para que me califiques es algo que aún no se resuelve adecuadamente. Al margen de ello asistimos al fenómeno en el que las agencias calificadoras vienen fallando notablemente en sus análisis con el consecuente desprestigio que cargan que, de no ser porque el sistema financiero no ha encontrado salida al dilema de quién califica a las calificadoras, ya no existirían. Las calificadoras son imperfectas lo entendemos, pero rebasa al más mínimo sentido común el que a EU se le ha bajado la calificación perdiendo la AAA porque las agencias ven “dificultades” para que a sus gobiernos se les aprueben sus techos de endeudamiento debido a los actuales empates técnicos que su congreso bipartidista viene teniendo en donde, por cierto, sólo gobiernan dos partidos desde hace más de 200 años. El más mínimo sentido común queda igualmente de lado, cuando durante estos años a México se le viene manteniendo estable sin cambio el grado de inversión todo porque a este gobierno, ingresos, gasto y deuda, su mayoría se lo aprueba en horas sin moverle una sola coma. Podrán existir explicaciones, perspectivas, números y muchas otras cosas pero sí estas tres agencias calificadoras además del análisis financiero de las carátulas de las finanzas públicas, le juegan al análisis político, en lugar de seguirse desprestigiando, deberían entender que es infinitamente más probable que haya una crisis fiscal en México que en EU, la democracia más sólida de los últimos 200 años, que es además, una potencia económica sin paralelo.