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Opinión

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Rentabilidad en la agricultura con fertilización óptima variable

La economía y la agricultura de México se encuentran globalizadas y están sujetas a los acontecimientos que se presentan a nivel mundial y que afectan su desempeño; en los últimos 3 años diferentes factores han influido en un incremento de los precios de los granos, el costo de los agro insumos, principalmente el de fertilizantes, derivado de la pandemia Covid-19, así como factores, problemas productivos, de logística, geopolíticos incluyendo la guerra Rusia – Ucrania.

En el Noroeste de México, en Sinaloa el precio de venta del maíz se incrementó 184% pasando de 3,704 pesos por tonelada en 2020 a 6,800 pesos en 2022, mientras que en Sonora el trigo se incrementó 160% pasando de 4,814 pesos por tonelada en 2020 a 7,700 pesos en 2022, situación similar ocurrida en Baja California donde el precio del trigo creció de 5,452 pesos por tonelada en 2020 a 7,600 el 2022.

Si bien esta alza de precios repercutió en una mejora de la rentabilidad, no es a consecuencia directa de la participación del agricultor, pero si tiene responsabilidad en optimizar sus costos de producción.

Al revisar las diferentes actividades e insumos necesarios para el cultivo de maíz en Sinaloa, es de notarse que los fertilizantes representan el 33% (16,460 pesos/ha) del costo total (50,120 pesos/ha), siendo el insumo de mayor participación en el costo de producción, situación similar ocurre en la producción de trigo en Sonora y Baja California en donde los fertilizantes representan en 42% (15,600 pesos/ha) y el 44% (16,800 pesos/ha), respectivamente.

En este sentido, el productor está llamado a desempeñar un papel más activo para la incorporación de nuevas prácticas y tecnologías que modifiquen sus paquetes tecnológicos y le permitan hacer un uso más eficiente de los recursos, una de esas tecnologías disponibles para su adopción, es la fertilización óptima variable, que consiste en la toma de imágenes por satélite o a través de vuelos de dron en las parcelas del agricultor, para generar mapas por medio de programas especializados y son convertidos a recomendaciones prácticas para la aplicación de fertilizantes en forma variable por áreas, dentro de la misma parcela o en función del desarrollo del cultivo.

A diferencia de la práctica actual, que consiste en aplicar una dosis de fertilización igual en todas las áreas del predio; la fertilización óptima variable se fundamenta en que la composición de los suelos es diferente y por lo tanto el desarrollo de las plantas de una misma parcela se hace necesario aplicar el fertilizante en función de estas diferencias, las que se logran detectar a través de la generación de las imágenes.

En la actualidad existen tecnologías digitales que permiten el monitoreo nutricional de los cultivos que ayudan a identificar la dosis, el momento y el lugar correcto para la aplicación diferenciada conforme a las características de los terrenos y los requerimientos de la planta, para lo cual también existe maquinaria especializada, por lo que ante los altos costos de los fertilizantes puede ser el momento para generalizar el uso de esta tecnología, a través de la cual  se estima poder disminuir la demanda de fertilizantes entre 20 y 30%, lo que significaría un ahorro estimado de 3,200 pesos/ha en maíz y de aproximadamente 3,100 pesos/ha en trigo, favoreciendo directamente su rentabilidad y contribuyendo a disminuir la contaminación de suelos y aguas, producto de las altas dosis de fertilizantes nitrogenados utilizados en la región noroeste de México.

*J. Jesús García Moya y Epifaneo Licona Santana son subdirector Regional y especialista de FIRA en Hermosillo, Sonora, respectivamente. “La opinión aquí expresada es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA”. 

jjgarcia@fira.gob.mx

elicona@fira.gob.mx

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