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Reserva Federal envía señales mixtas con su recorte de tasas
La decisión que tomo la Reserva Federal de los Estados Unidos dividió a los inversionistas, donde los comentarios relacionados al diagnóstico de la economía estadounidense han sido favorecedores para la moderación de la inflación.
El pasado miércoles, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal (Fed) tomó la decisión, por mayoría de votos, de reducir la tasa de fondos federales en 50 puntos básicos para ubicarla en un rango de 4.75%-5.0%. Esta decisión estaba parcialmente descontada por los diversos participantes del mercado, por lo que no generó grandes sobresaltos.
En el comunicado de la Fed se refrendaron diversos comentarios en relación con el diagnóstico que el Comité tiene sobre la economía estadounidense: que la actividad económica se ha expandido a un ritmo sólido según indicadores recientes; que las ganancias en el mercado laboral se han moderado, y que, si bien la tasa de desempleo ha aumentado, todavía se mantiene baja; asimismo, se volvió a mencionar que la inflación se ha moderado, aunque continúa algo elevada.
Sin embargo, se incluyeron dos cambios relevantes. En primer lugar, se indicó que el Comité ha ganado confianza respecto a la convergencia de la inflación hacia el objetivo del 2%, lo que contrasta con lo señalado en diversos comunicados previos, en los que mencionaba que el Comité no consideraba apropiado reducir la tasa de referencia hasta que existiera mayor certeza de que la inflación se estaba desplazando de manera sostenida hacia el objetivo del 2%. En segundo lugar, se señaló que el Comité juzga que los riesgos para alcanzar sus objetivos de empleo e inflación están aproximadamente en equilibrio, mientras que en comunicados previos se indicaba que dichos riesgos se estaban moviendo a un mejor equilibrio.
Para poner en contexto esta decisión, conviene recordar que los datos más recientes de inflación de Estados Unidos fueron de 2.5% para el PCE (índice de gastos de consumo personal) de julio, y de 2.53% para el CPI (índice de precios al consumidor) de agosto. Son precisamente estos dos datos los que llaman la atención, pues si bien es cierto que el CPI general se redujo de 2.89% en julio a 2.53% en agosto, el componente subyacente del CPI se encuentra estancado en alrededor de 3.2% desde junio; asimismo, el PCE ha estado rondando el 2.5% desde enero, por lo que sorprende la afirmación de que el Comité ha ganado confianza respecto a la convergencia de la inflación hacia el objetivo del 2%.
No obstante, es necesario señalar que, en esta ocasión, la Fed actualizó sus proyecciones económicas. En ellas, se señaló que, para el cierre de este año, la inflación medida por el PCE cerraría en 2.3%, en tanto que se ubicaría en 2.1% para el cierre de 2025, y alcanzaría el 2.0% al cierre de 2026.
En lo referente al diagnóstico sobre la actividad económica, la Fed revisó ligeramente a la baja sus proyecciones de crecimiento: para 2024, el PIB real crecería 2.0%, en contraste con el 2.1% esperado en las proyecciones de junio. Sin embargo, fue la revisión al alza en las expectativas de la tasa de desempleo la que posiblemente encendió las alarmas: en junio se proyectaba una tasa de 4.0% para el cierre de 2024, y a largo plazo una tasa de 4.2%; pero en las proyecciones actuales se espera una tasa de 4.4% para este y el próximo año. En cierto modo, resulta contrastante que se espere un menor crecimiento del PIB, una mayor tasa de desempleo, y al mismo tiempo se hable de que la actividad económica se expande a un ritmo sólido.
Finalmente, esta decisión resulta relevante para la siguiente decisión de política monetaria del Banco de México. Actualmente, la tasa de referencia en México se encuentra en 10.75%, por lo que el diferencial de tasas nominales se sitúa en 5.75%-6.0%, y el diferencial de tasas reales se encuentra en, aproximadamente, 3.25%-3.5%. En este sentido, Banxico cuenta con suficiente margen de maniobra para reducir su tasa de referencia y aún mantener un diferencial (nominal y real) que dé cierto soporte al peso mexicano en un entorno de notable volatilidad frente al dólar estadounidense.
Por otro lado, si bien la tasa de interés real ex post de México es de cerca del 5.75% (un nivel aún restrictivo), debe recordarse que la inflación subyacente ha estado convergiendo a un nivel cercano al 4.0%, por lo que se requiere cautela por parte de Banxico en su siguiente decisión para evitar un escenario de resistencia a la baja de la inflación. En este sentido, sería esperable que Banxico reduzca su tasa de referencia en 25 puntos básicos en su decisión de la próxima semana.