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Opinión

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Ricardo Zúñiga, figura central en la reunión del piso 22

Ricardo Zúñiga estuvo ayer 23 de marzo, en el piso 22 de las oficinas de Relaciones Exteriores. 

Zúñiga es el personaje que se encargará de implementar las estrategias del presidente Joe Biden en Centroamérica.

Tiene 50 años y su currículum diplomático pesa toneladas. Fue elegido por el presidente Obama, junto a Ben Rhodes, para negociar el acercamiento con Cuba. Objetivo cumplido y en parte desmantelado o destruido por Donald Trump.

Nacido en Honduras en el seno de una familia de políticos de larga tradición, Zúñiga se trasladó a Estados Unidos en medio de las perturbaciones que suelen asolar a Centroamérica.

Cuando el padre de Ricardo Zúñiga fue asesinado en Honduras en 1985, la familia se quedó en Estados Unidos. Zúñiga había prestado servicios como funcionario encargado de los derechos humanos en La Habana entre 2002 y 2004, y como escribe Ben Rhodes en su libro El mundo tal cual es, había dedicado buena parte de su tiempo a intentar reunirse con los opositories del Gobierno castrista.

“Ricardo se convirtió en blanco predilecto de la propaganda del Gobierno cubano, hasta el punto de que fue objeto de burlas en la televisión estatal y era seguido a todas partes por agentes castristas”, escribe Rhodes, quien podría ser nombrado por Biden como embajador en México.

Alejandro Castro, hijo de Raúl Castro, encabezaría la delegación cubana. Ricardo Zúñiga y Ben Rhodes se reunieron con él en varias ocasiones. La primera de ellas, en Canadá.

Ahora, el objetivo para Zúñiga será Centroamérica.

Los huracanes, la pandemia y las penurias económicas la convierten en una de las zonas más pobres del mundo.

Para la Casa Blanca, México se convierte en un elemento estratégico para contener la migración indocumentada hacia Estados Unidos. El interés de Biden se concatena con el interés del presidente López Obrador para el desarrollo del sur de México.

De ahí la importancia de las externalidades positivas que deberán de surgir si se implementa un plan de rescate. Trump prometió, pero no cumplió.

Una fuente de la cancillería me comenta que Roberta Jacobson, quien encabezó la delegación estadounidense en su calidad de coordinadora de la frontera sur de su país, sonrió cuando en el entorno se escucharon las palabras referentes a si su equipo vino a México a dictar línea al gobierno.

Buenas noticias cuando diplomáticos como Ricardo Zúñiga estarán al frente de los planes de desarrollo en Centroamérica.

Como mencionó Ebrard, si la economía de EU es 18 veces más grande que la mexicana, las aportaciones del gobierno del presidente Biden bien podrían ser 18 veces superiores a las de México.

@faustopretelin

Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

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