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Opinión

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Roger Pardo-Maurer: México honrará tu legado

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Armando Regil Velasco

Dedico estas líneas para honrar la memoria de quien en varias ocasiones, fue inspiración de este espacio y esta columna. Este texto es un homenaje para quien fuera un gran amigo personal y de México, un hombre generoso y un ser humano extraordinario, Roger Pardo-Maurer quien falleció el 17 de marzo de 2024.

Roger Pardo-Maurer fue Subsecretario Adjunto de Defensa de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental durante la administración del Presidente George W. Bush (2001-2006), el oficial civil de mayor rango del Departamento de Defensa responsable de Canadá, América Latina y el Caribe. En esta capacidad, jugó un papel clave en la elaboración de la estrategia para ayudar a Colombia, bajo el liderazgo del Presidente Álvaro Uribe Vélez, a derrotar a una de las insurgencias más difíciles en Latinoamérica y, después del 11 de septiembre de 2001, en sentar las bases para una nueva relación de defensa con México y Canadá, durante el establecimiento del Comando Norte.

Su articulación de los argumentos de seguridad nacional para el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica fue vital para asegurar su ratificación por el Congreso de Estados Unidos.  En su capacidad de reservista en las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos, participó en combate en Afganistán (2002) e Irak (2006/2007), donde ayudó a concebir y ejecutar una estrategia político-militar integral para organizar la rebelión Suní contra Al Qaeda en la frontera Iraq-Irán.

Antes de su servicio en el Departamento de Defensa, fue socio de una empresa de consultoría económica con oficinas en Washington D.C. y la Ciudad de México. Siempre tuvo un gran cariño por nuestro país pues incluso bromeaba diciendo que él fue un bebé “Hecho en México” pues fue concebido durante la luna de miel de sus padres en Acapulco.

Roger fue participante activo en el proceso de ratificación del TLCAN, y en su calidad de representante en Washington de INCAE, la escuela de negocios de Centroamérica, trabajó en varias iniciativas pre-CAFTA sobre la competitividad para los gobiernos de la región.

Roger estudió en las universidades de Yale y Cambridge (se graduó con honores). En 2014 tuve el honor de conocer a varios colegas y amigos que él mismo me presentó cuando fui a dar una conferencia a la Universidad de Yale en New Haven. Roger siempre estaba dispuesto a ayudar, a conectar, a compartir su conocimiento y sus experiencias con todo el que se lo pidiera.

Tras conocernos en el Atlas Liberty Forum en Los Ángeles en 2009 con nuestro querido amigo en común Joseph Humire, otro experto en temas de inteligencia, seguridad y defensa de la región y Director Ejecutivo del Center for a Secure Free Society, invitamos a ambos a visitar México para compartir su visión y sus perspectivas con grupos de jóvenes líderes interesados en aprender sobre estos temas. Tanto Roger como Joseph, siempre lo hicieron abierta y generosamente ya sea participando en la Universidad IPEA (nuestro programa de formación para jóvenes líderes de América Latina) o en eventos de la red: “Un millón de jóvenes por México.” Mi gratitud a ambos.

Con Roger y Joseph participé en el encuentro: “North America: Time for a New Focus” en Calgary Canadá en donde precisamente fue Roger quien moderó la discusión entre el General David Petraeus, ex Director de la CIA y Robert Zoellick, ex Presidente del Banco Mundial. Todos ellos reconocieron el potencial no sólo del bloque de Norteamérica pero sobre todo de México si el gobierno realmente estuviera dispuesto a hacer valer el Estado de Derecho, a cumplir y hacer cumplir la ley, a garantizar la seguridad y a combatir el crimen organizado.

En su gran conocimiento sobre México, Roger insistía una y otra vez que, para Estados Unidos, la estabilidad en el hemisferio occidental es clave para poder prestar atención a todo aquello que pueda afectar sus intereses en Europa y Asia. Por eso, siempre fue un gran amigo de nuestro país pues afirmaba que todo lo que ocurre en México, resulta de especial trascendencia para Estados Unidos tanto a nivel económico, demográfico, comercial, cultural y político.

La forma en que los estadounidenses perciben a México es muy importante, pues muchos de los retos son compartidos y se deben enfrentar bajo un esquema de cooperación bilateral. La complejidad e importancia estratégica de nuestro país se expresa en las siete preguntas que Roger planteó y definió como las “7 Preguntas Mortales para México” (por su enorme relevancia) y que escribió para poner el acento en siete desafíos prioritarios. Roger sostenía que, todo lo que ocurre en México es y será siempre de gran trascendencia no sólo para Norteamérica sino para todo el hemisferio occidental. Ojalá los mexicanos lo entendamos.

Estas preguntas deberán ser respondidas y atendidas a profundidad para asegurar que nuestro país pueda transitar hacia la libertad y la prosperidad que los mexicanos anhelamos. Como el gran visionario que fue, Roger las planteó hace más de 15 años y hoy queda muy claro lo mucho que conocía a nuestro país y la claridad con la que visualizaba lo que vendría en el futuro, ese futuro que ya nos alcanzó:

  1. Agua: ¿Qué hará México cuando empiece a haber una disminución considerable de agua?
  2. Petróleo: ¿Cuál es el futuro del petróleo y la revolución energética?
  3. Competitividad: ¿Tiene México una estrategia para ser cada día más competitivo en los mercados globales frente a los grandes jugadores emergentes como China o India?
  4. Regionalismo: ¿Cómo cerrará México la creciente brecha entre las comunidades que viven en condiciones de pobreza y el resto del país desarrollado?
  5. Asuntos indígenas: ¿Ha encontrado México una fórmula para respetar la dignidad y satisfacer las aspiraciones de sus comunidades indígenas?
  6. Adultos mayores: ¿Qué pasará con la creciente población de adultos mayores que irá en aumento durante los próximos años conforme se vaya invirtiendo la pirámide demográfica?
  7. Jóvenes: Si exportar a Estados Unidos a los jóvenes que no encuentran empleo y una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida deja de ser una opción, ¿a dónde irán? ¿Qué harán?

Roger Pardo-Maurer siempre insistió que estas preguntas definirán la agenda de México en las próximas décadas y, por lo tanto, también serán decisivas en la agenda de Estados Unidos. Por eso estoy convencido que hoy, la mejor manera de honrar su legado y su memoria, es atendiendo estas advertencias que nos hizo oportunamente y buscando respuestas y soluciones a estas grandes interrogantes. 

Cuando pienso en mi querido amigo Roger, vienen a mi mente cualquier cantidad de ideas, consejos, anécdotas, recuerdos  y encuentros, siempre con el profundo conocimiento que tenía sobre tantos temas y con su impecable sentido del humor. Cómo olvidar el tour que nos hizo a mi familia y a mí en el Air & Space Museum en Washington D.C. explicando cada sala con gran detalle, las noches de jazz y las cenas en el Metropolitan Club. 

Recuerdo la primera vez que lo invitamos a una cena de Consejo de IPEA en el Club de Industriales en la Ciudad de México. La frase que resumió su mensaje está más vigente que nunca y es más oportuna que en cualquier otro momento: “Sólo los mexicanos pueden salvar a México.” En este momento decisivo de nuestras vidas y nuestra historia, honrar la memoria de Roger no sólo implica asumir esta responsabilidad sino valorar y defender nuestra libertad con toda nuestra fuerza, tal como él lo hizo hasta su último respiro.

En varias ocasiones, Roger nos recordó: “La primera condición para ganar cualquier guerra es que la moral del ejército esté alta”. Hoy, también necesitamos levantar esa moral para que México gane y todos los mexicanos ganemos. Necesitamos contagiarnos de esperanza, optimismo, fraternidad, solidaridad, buenas ideas, emociones positivas y todo lo que nos ayude a ser mejores, a sentirnos mejor y a levantar la moral de este extraordinario ejército humano lleno de reservas para ganar ésta y todas las guerras que se avecinan. Roger nos dio ejemplo de cómo hacerlo.

Escuchar a Roger siempre fue un placer; sus anécdotas e historias eran fuente de inspiración. A menudo recordaba que él estaba en el Pentágono el 11 de septiembre de 2001 al estrellarse el avión y precisamente su oficina se encontraba en el lado donde ocurrió el ataque. Con una sonrisa, bromeaba que ese día se salvó por un diente pues a esa hora, estaba precisamente en el dentista del otro lado del Pentágono cuando escucharon el estruendo y todo el edificio se cimbró. Vaya que fue sobreviviente de muchos peligros. No cabe duda que su misión fue muy grande. 

En su calidad de reservista en el 20º Grupo de Fuerzas Especiales (Aerotransportado) del Ejército de Estados Unidos, Roger completó dos movilizaciones de combate. Al principio del 2002 tomó una ausencia de su puesto civil en el Departamento de Defensa para una movilización a Afganistán, una misión centrada sobre los Talibanes de la provincia de Kandahar y elementos de Al-Qaeda en la frontera Afganistán-Pakistán.

En el 2006/2007 fue voluntario para una segunda movilización, a la Provincia de Diyala, Irak. Sus deberes incluyeron actividades estratégicas y políticas para la Fuerza de Tarea Conjunta de Operaciones Especiales, y operaciones de combate contra células y líderes terroristas. A fines del 2006 ayudó a concebir y ejecutar una estrategia política-militar integral que organizó la rebelión Suní contra Al Qaeda en la frontera Irakí-Iraní.  

Roger fue asesor del Comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, y también fue asesor de alto nivel en la junta del General Petraeus que elaboró la estrategia Afgana en el 2008/2009.

Otra de sus facetas inolvidables fue la de profesor. Fue miembro de las facultades de Yale, New York University y National Defense University, donde impartió un curso intitulado “Ingobernabilidad” para el nivel de Coronel en las Fuerzas Armadas. Escribió varios libros sobre temas políticos, militares y económicos, incluyendo “Access México”, un tomo de 650 paginas sobre la inversión y el comercio en México, publicado en 1993 previo a la entrada en vigor del TLCAN.  

En el 2006 le fue otorgada la Medalla de Servicio Público Distinguido, la máxima condecoración civil del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Ese día, se le rindió un gran y merecido homenaje, tal como el que quiero rendirle hoy con todo mi cariño, gratitud y admiración, a través de estas líneas. Gracias por tanto queridísimo amigo Roger. Descansa en paz!

X@armando_regil 

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Armando Regil Velasco es Presidente Fundador del Instituto de Pensamiento Estratégico Ágora A.C. (IPEA)

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