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Opinión

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Rusofobia pasa factura a Telegram

Pável Dúrov no es el Mark Zuckerberg de Rusia.

El CEO de Telegram no tiene la suerte del dueño de Facebook (desde la crisis de Cambridge Analytica, le cambió el nombre: Meta, la mercadotecnia como cirugía estética virtual).

Zuckerberg fue al Capitolio para reírse de los congresistas al ser cuestionado por la fábrica de odio que ha construido bajo las marcas Facebook e Instagram.

El 10 de abril de 2018 Zuckerberg acudió al Capitolio también para responder sobre el robo masivo de datos de usuarios de Facebook. “No hicimos lo suficiente (...) fue mi error y lo siento”.

El robo de datos no es nada comparado con el algoritmo que enloquece a la gente. Quien sabe del tema es Maria Ressa, la periodista filipina ganadora del Nobel de la Paz.

La persecución que sufrió por parte del presidente Duterte tiene que ver directamente con Facebook. El algoritmo fue usado por el presidente autócrata para incubar miedo a la sociedad.

“Fue entonces cuando (Sam) pasó de la publicidad a la política: se unió a un equipo que trabajaba para la compañía de Duterte. Aseguraba haber creado unos grupos de Facebook en diferentes ciudades (de Filipinas) usando dialectos locales. Los iniciaba de manera aparentemente inocente con publicaciones sobre atracciones turísticas y noticias locales. Pero de vez en cuando introducía noticias de crímenes. El grupo comenzó a compartir una noticia cada día (...) así fue como la “guerra contra las drogas” de Duterte empezó a considerarse algo necesario en la vida de Filipinas” (Cómo luchar contra un dictador, Planeta, 2023)

¿Qué hacía Marck Zuckerberg mientras esto ocurría en Filipinas?

Ha sido Zuckerberg el principal recaudador de presupuestos electorales en el mundo. El algoritmo de Facebook también vota. Su potencial de destrucción está vinculado con la polarización. El algoritmo logra dirigir su influencia en la opinión pública de acuerdo a la desinformación y fake news que circulan libremente en sus redes sociales.

Ressa recuerda: “El mundo sería muy distinto hoy si Mark Zuckerberg no se hubiera aferrado a su interpretación ignorante e interesada del aforismo de Louis D. Brandeis, juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos, según el cual la manera de contrarrestar el discurso del odio es con más discurso”.

En 2018 el ejército birmano usó Facebook para transmitir odio hacia el Islam. Así incendió el ánimo en turbas budistas agitadas por monjes xenófobos. Con machetes en mano asesinaron a miles de pobladores de la etnia rohinyá. ¿En dónde estaba Zuckerberg?

Pável Dúrov fue detenido en un aeropuerto cercano a París. La Justicia lo investiga por falta de colaboración en materia de contenidos de Telegram.

Dúrov está en la cárcel, Zuckerberg, facturando.

@faustopretelin

Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

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