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Sábila alternativa de producción
La sábila aloe vera que en México se cultiva es una planta perenne de origen africano que prospera en climas secos y templados libres de heladas, en altitudes que van desde nivel del mar hasta los 2,000 metros.
Se adapta a casi todo tipo de suelo pero prefiere aquellos con buen drenaje y se desarrolla con precipitaciones anuales de 200 a 2,000 milímetros.
La sábila ha cobrado interés por la industria farmacéutica, cosmética, de higiene y alimenticia, derivado de las propiedades del gel y jugo de sus hojas.
Con la sábila se elaboran productos como cremas, champús, enjuagues, lociones y bronceadores. También se elaboran bebidas que tienen propiedades curativas en el aparato digestivo.
En México se estima que existen 5,350 hectáreas plantadas con sábila, de ellas 50% se desarrolla bajo régimen de riego y otro 50% bajo condiciones de temporal.
La producción anual es de 130,000 toneladas y los rendimientos varían de acuerdo con el nivel tecnológico del proceso productivo, en riego se encuentra en un rango de 35 a 100 toneladas por hectárea y en temporal de 10 a 30 toneladas por hectárea.
Las entidades con mayor participación en la producción son Tamaulipas (80%), San Luis Potosí (12%), Morelos (3.3%), Yucatán (3%) y Puebla (1.7 por ciento).
En las regiones productoras de sábila de nuestro país existen procesadoras industriales que venden y exportan una amplia gama de productos desde jugos hasta concentrados, en polvo y liofilizados, aunque todavía existen algunas empresas que se dedican a la simple venta de pencas de sábila para su consumo local o exportación a Estados Unidos.
El mercado internacional de la sábila se concentra en Estados Unidos, Canadá y Francia, donde se la comercializa con industrialización en gel o liofilizada.
Como cultivo representa una opción productiva para los productores del medio rural de las regiones semidesérticas de nuestro país debido a la amplia rusticidad, fácil propagación y manejo del cultivo.
Sin embargo, para tener éxito tienen que informarse de la tecnología de producción y vincularse con la agroindustria procesadora para asegurar la venta de la producción, el precio y las condiciones de pago.
Marcos Reyes García es especialista de la Dirección de Análisis Económico y Consultoría en FIRA. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.
mreyesa@fira.gob.mx