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San Marino: resiliencia ante la derrota
La Selección de futbol de San Marino tiene mucho de resiliencia deportiva. Este concepto se refiere a la capacidad que tiene un deportista o un equipo para recuperarse frente a la adversidad y seguir proyectando el futuro, de acuerdo a la definición de Álvaro Merino, psicólogo en el deporte y director académico de la Escuela Universitaria Real Madrid.
Estas circunstancias difíciles o traumas de alto impacto permiten aflorar recursos que se encontraban latentes y que eran desconocidos. ¿Qué se puede decir entonces del equipo nacional de San Marino? que es catalogado por la FIFA como el peor a nivel mundial.
Los sanmarinenses cuentan con su propia liga de futbol y selección nacional, ambas compuestas por jugadores amateurs. La Federación Sanmarinense de Fútbol (FSGC) nació en 1931, pero fue hasta 1988 cuando se afilió a la FIFA y la UEFA. Si bien el representativo nacional jugó su primer partido contra la selección olímpica de Canadá en 1986, el que es considerado realmente el primer encuentro oficial ocurrió en 1990 contra su similar de Suiza.
¿Qué tan amateur son los jugadores de San Marino?
Aunque son más de 2,000 personas las que practican de manera formal el futbol, pocos son los que lo hacen de manera profesional. Tan solo seis integrantes del seleccionado nacional que participa en el clasificatorio rumbo al Mundial juegan de manera profesional, tres lo hacen en la Serie C y los otros tres en la Serie D (tercera y cuarta categoría del futbol italiano). El resto entrena solamente dos o tres tardes por semana (incluyendo al DT).
Esto se ha visto reflejado en sus números. Hasta septiembre de 2020, sumó 164 partidos —contando amistosos— en los que acumuló 159 derrotas, cuatro empates y una victoria (1-0) histórica, la cual llegó cuando enfrentó a Liechtenstein el 28 de abril de 2004 en un amistoso. En el total de esos encuentros, le metieron 712 goles y solo logró anotar en 24 ocasiones. Incluso ostentan uno de los peores marcadores recibidos en la historia del futbol internacional, un 13-0 que les propinó la Selección Alemana en 2006. Todos estos resultados negativos llevaron al gobierno sanmarinense, así como a la prensa y aficionados a preguntarse si realmente valía la pena tener un representativo nacional. Hasta ahora la selección continúa.
En este sentido, la UEFA Nations Leagues fue creada con el objetivo de mejorar la calidad y prestigio de sus selecciones miembro. El formato de ascenso y descenso con el que cuenta esta competencia busca motivar el roce de competitividad entre cada equipo.
Se divide en 4 ligas: A, B, C y D. La Liga A incluye a las selecciones con mayor ranking y la Liga D a las que están peor clasificadas en dicho ranking. San Marino ocupa el último lugar de dicho ranking (210); en 1993, cuando logró ubicarse en la posición 118.
Dentro de toda esta historia, no se puede dejar pasar un nombre: Massimo Bonini, quien es considerado el mejor futbolista en la historia de San Marino. Jugador que brilló con la Juventus de 1981 a 1989, este indiscutido de la contención fue conocido como el escudero de Michel Platini. Con el cuadro de Turín conquistó un total de 8 trofeos: tres de Serie A y una de Copa Italia; Copa de Campeones de Europa; Recopa de Europa; Supercopa de Europa e Intercontinental.
Su capacidad atlética y técnica lo llevaron jugar con la sub-21 de Italia, incluso fue convocado para esta selección mayor, aunque para ello debía renunciar a sus ciudadanía sanmarinense, pero se negó.
"Tengo la buena y la mala suerte de haber nacido en San Marino. Mala suerte, porque no pude jugar en Italia, pero sobre todo buena suerte porque es un lugar donde se puede vivir bien y en paz. Mucha gente daría cualquier cosa por haber nacido en San Marino", llegó a comentar.
San Marino, la selección que, a pesar de todo, continúa luchando por conseguir que el sueño de la victoria se convierta en una realidad. San Marino, el equipo que sin importar las derrotas busca que el futbol de su país crezca y se desarrolle, porque mientras el balón continúe rodando todo es posible.
San Marino y la resiliencia ante la derrota.
*El autor es Ricardo Olín García académico en la FES Aragón UNAM y Editor en Apuntes de Rabona.