Lectura 4:00 min
Sedena usará un sistema antidrones para cuidar a AMLO en Palacio Nacional
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) instalará un bloqueador de drones en Palacio Nacional, residencia y oficina del presidente Andrés Manuel López Obrador, como herramienta para contrarrestar posibles amenazas a la seguridad nacional. Este bloqueador (drone jammer) emite ondas radioeléctricas que bloquean los sistemas de comunicación de los drones, los vuelve sordos a las órdenes de su controlador. Cuando esté en uso el sistema afectará también a otros equipos de comunicación hasta 1 kilómetro a la redonda, como las conexiones a internet WiFi y los sistemas GPS y Bluetooth de los teléfonos de los ciudadanos durante una manifestación de protesta, por ejemplo.
Los drones son aparatos aéreos no tripulados que se conducen de manera remota a través de sistemas de radiocomunicación. En su modalidad para hacer daño pueden transportar armas y explosivos o funcionar como herramientas de espionaje y vigilancia.
El centro de control del sistema antidrones se instalará en un espacio de 15 metros cuadrados en la planta baja de Palacio Nacional, a unos 20 metros de la fuente de energía principal del edificio. La torre estructural del sistema —desde la cual se emitirán las ondas radioeléctricas— será instalada en la azotea del Palacio, a unos 35 metros de altura, y requerirá de un cableado de 120 metros lineales para conectarse con el centro de comando de la planta baja.
El sistema tendrá una capacidad para neutralizar drones que puedan representar una amenaza de seguridad desde 0 a 1 kilómetro de distancia, con Palacio Nacional como centro de la circunferencia.
El uso del sistema bloqueará las frecuencias de comunicación en las bandas 433 MHz, 900 MHz, 2.4 GHz y 5.8 GHz, que se utilizan para que el controlador del dron tenga dominio del aparato y reciba las transmisiones de video. Parte de estas frecuencias son de uso libre y son distintas a las utilizadas por las compañías comerciales en las telecomunicaciones de voz y datos de los teléfonos móviles.
El modelo de ataque se conoce como “bloqueo ciego” porque afecta indiscriminadamente a todos los equipos de radiocomunicación que se encuentren en el área de alcance del bloqueador mientras esté activo (apagado/encendido). Es como si estallara una bomba cuya onda expansiva afectase todo lo que esté dentro de la circunferencia, cuando en el mercado existen soluciones capaces de actuar con precisión contra blancos seleccionados sin afectar otros equipos de radiocomunicación.
El sistema fue puesto a licitación con la clave LA-007000999-E717-2021. Participan 7 compañías con propuestas que van de los 4.6 millones de pesos a los 6.9 millones de pesos: Aerointegral, S.A. de C.V., DG Telecomunicaciones, S.A. de C.V., FBC Datec, S.A. de C.V., Global Business Solution, S.A.P.I. de C.V., INT Intelligence Telecom Technologies México, S.A. de C.V., Soluciones Tecnológicas & Protección Aeroespacial, S.A. de C.V. y TBN Tactical Equipment, S.A. de C.V.
Una de las compañías alertó a la Sedena, en el periodo de aclaraciones de la licitación, que un sistema de “bloqueo ciego” puede resultar “muy riesgoso” en el caso de que un dron lleve “cargas maliciosas” como explosivos. “Cuando se bloquea el GPS y las bandas de 2.4 y 5.8 GHz el dron buscará aterrizar en el sitio donde se encuentra, pudiendo lastimar a ciudadanos y edificios”. El proveedor pidió incorporar un “subsistema de verificación visual con cámaras electroópticas e infrarrojas”, como una manera de contraatacar al dron de manera directa. La Sedena respondió que no, que la propuesta de servicio debe “limitarse a los requerimientos especificados en la convocatoria”.
Los jammers están prohibidos para uso de particulares desde enero de 2020. El ganador de la licitación estará cubierto por las excepciones de seguridad nacional. El fallo se conocerá el 2 de agosto.