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Si tengo 100 pesos y quiero invertir ¿por dónde empiezo? (II)
Antes de buscar en dónde invertir, tienes que definir tu estrategia, tu portafolio de inversión. Para ello, debes de tener muy claro tu objetivo y horizonte de inversión, porque no es lo mismo invertir dinero que es para emergencias, a dinero que no usarás sino hasta dentro de 30 años. En la primera parte hablamos de ello y también comentamos acerca de otra característica fundamental: tu tolerancia al riesgo.
¿Sabes por qué vienen las malas experiencias al invertir? Porque mucha gente busca perseguir rendimientos sin tomar en cuenta el riesgo. Así como aquellos que ven que el Bitcoin ha subido mucho y quieren invertir en él, pensando en que seguirá subiendo. Sin tener idea alguna de qué es el Bitcoin y qué tan volátil puede ser su precio. Resulta que compran y en poco tiempo su precio se reduce a la mitad. Se asustan, venden y pierden dinero. Por no haber tomado en cuenta los riesgos y por haber “apostado”, que no es lo mismo que invertir.
Para construir un portafolio, tienes que entender que existen básicamente tres grandes formas de invertir tu dinero. Cualquier instrumento financiero que existe pertenece a una de estas maneras de invertir. Ya lo he explicado antes pero es una buena oportunidad para repetirlo.
1. Prestar tu dinero a alguien más, quien promete pagarte intereses periódicos y regresar tu capital al final del plazo. Esto se conoce como instrumentos de deuda y los emiten gobiernos de distintos países del mundo, bancos o incluso empresas privadas. Hay de distintos plazos: desde 28 días hasta 100 años o más. También hay distintos riesgos: no es lo mismo prestar tu dinero al gobierno de Japón que a una empresa muy endeudada de Turquía.
Los instrumentos de deuda se cotizan en los mercados financieros. Si tú tienes un bono de 30 años, no necesitas esperar tanto tiempo: lo puedes vender cuando quieras. Ahora bien, el precio de mercado de ese bono depende de muchas cosas. Quizá cuando el Gobierno lo emitió, pagaba una tasa mucho más atractiva de las que se pagan ahora. Ese bono entonces es más valioso. Pero puede suceder lo contrario: que las tasas suban y la que paga tu bono sea inferior a las que se pueden conseguir en otro lado. Tu bono entonces valdrá menos. ¿Ves cómo a pesar de tener una tasa fija, su precio puede tener volatilidad?
En general, los instrumentos de deuda de muy corto plazo (o que está cerca su vencimiento) son mucho más estables que los de largo plazo, que pueden ser bastante volátiles. Pero también tiene que ver mucho quién lo emite: el precio de los bonos del Tesoro de Estados Unidos seguramente será menos volátil que el de los bonos emitidos por Nigeria.
2. Invertir en un negocio. Un ejemplo de esto es comprar acciones de empresas que cotizan en Bolsa. Al hacerlo te conviertes en dueño de una parte de ese negocio. Así, puedes ser dueño de compañías líderes mundiales como Google, Disney, Amazon, Apple, Samsung, Tesla, Volkswagen entre muchas otras. O de otras menos conocidas que están revolucionando su sector.
En general invertir en empresas es más rentable que hacerlo en instrumentos de deuda. De lo contrario, nadie tomaría el riesgo de poner un negocio, al que le puede ir bien pero también mal.
El precio de las acciones que cotizan en mercados financieros puede ser muy volátil, y eso se puede magnificar en épocas de mucha incertidumbre. Pero en general, en el largo plazo, si a esas empresas en las que invertiste les va bien, su valor crecerá.
3. Invertir en instrumentos que se pueden apreciar (se llaman “alternativos” aunque no me gusta mucho ese nombre. Por ejemplo: obras de arte, cuyo valor no está ligado a los mercados financieros. El oro y otros commodities suelen considerarse un “refugio” cuando todo lo demás va mal. El Bitcoin tiene una narrativa interesante de protección inflacionaria y como un almacén de valor. Pero hay muchos otros.
En general, si tu objetivo al invertir es crear patrimonio de largo plazo (por ejemplo para tu retiro) tienes que pensar integrar los tres tipos de activos en tu portafolio. ¿Cómo combinarlos? De eso hablaremos en la siguiente entrega.