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Opinión

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Sin policías que nos protejan, estamos solos

Son aterradoras las cifras que el secretario de Seguridad Pública, Arturo Durazo, dio a conocer ayer durante la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Indican que el problema de la inseguridad es más grave de lo que la mayoría de los mexicanos supone y que su solución no será fácil ni a corto plazo, como nos lo han querido hacer creer desde que, en 1999, Ernesto Zedillo creó la Policía Federal Preventiva (PFP) para enfrentar a la delincuencia organizada que empezó a cobrar fuerza durante los años en que Carlos Salinas gobernó el país. Después, Vicente Fox estableció la Agencia Federal de Investigación (AFI) y relegó a la PFP. Luego, Felipe Calderón desapareció a la PFP y a la AFI y las sustituyó por la Policía Federal (PF) y, finalmente, Andrés Manuel López Obrador decretó la extinción de la PF y la creación de la Guardia Nacional (GN) que, ahora sí, nos prometen, tendrá éxito en donde las otras instituciones policiacas fracasaron.

Las cifras que presentó Durazo indican que acabar con la inseguridad y la violencia que hay en diversas regiones del país es un reto monumental y pasarán muchos años antes de que quienes vivimos en ellas podamos respirar tranquilos sin temer por nuestra integridad física y la de nuestros seres queridos.

Para empezar, Durazo explicó que en el 2018 se cometieron 33 millones de delitos y que de éstos no se denunciaron 30 millones 756,000, 93.2 por ciento.

Por si lo anterior no fuera sumamente grave, sólo se abrió una carpeta de investigación para 2.2 millones de los 3.5 millones de delitos que fueron denunciados. Es decir, que sólo se inició una investigación para 62.9% de los delitos denunciados (3.5 millones) o de 6.8% del total de delitos perpetrados (33 millones).

La impunidad con que delinquen los criminales es tal, que cometen sus fechorías sabiendo de antemano que difícilmente tendrán que responder por ellos ante la justicia y sus víctimas. Es indudable que un delincuente en México se dedica a una actividad de bajo riesgo, por lo menos en el aspecto legal, porque las probabilidades de que lo mate o hiera uno de sus competidores es alta.

Los delincuentes actúan con una casi absoluta impunidad por diversas razones.

Una de ellas es la poca cantidad y calidad de los policías estatales y municipales que supuestamente deberían prevenir que actúen los criminales.

Durazo explicó que el promedio internacional de policías por cada 1,000 habitantes es de 2.8 y sólo la Ciudad de México, con 3.4, lo supera, ninguno de los estados lo alcanza.

También dijo que únicamente 46.3% de los policías está certificado para desempeñarse con profesionalismo. El resto, 53.7%, al no estar certificado, sirve para poco o nada.

Por si lo anterior no fuera suficiente para desanimar a cualquiera, Durazo explicó que el ingreso promedio de los policías es de 13,187 pesos, una cantidad irrisoria si consideramos que a un policía le pedimos que ponga en riesgo su integridad física y hasta la vida cada vez que está trabajando. El colmo es que en algunos estados se les pagan sueldos insultantes (en Tabasco 6,331 pesos, el más bajo del país).

En resumen, en México no tenemos policías suficientes que nos protejan o impidan la acción de los criminales. Estamos solos.

Facebook: Eduardo J Ruiz-Healy

Instagram: ruizhealy

Sitio: ruizhealytimes.com

Opinador, columnista, conferencista, media trainer, 35 años de experiencia en medios de comunicación, microempresario.

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