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Sistemas de pagos, baratos y eficientes: BIS
El Banco de Pagos Internacional (BPI), conocido como el banco de bancos a nivel mundial, con el mexicano Agustín Carstens al frente está enfocado en la atención del reto mundial que implica la transformación del panorama financiero en virtud de la innovación y la tecnología.
El panorama internacional está cambiando aceleradamente con la irrupción de nuevos actores: las Big Techs, como se conoce a las grandes compañías tecnológicas: Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft y las innumerables Fintechs, las empresas híbridas de tecnología dedicadas a los servicios financieros.
De acuerdo con datos públicos, hoy día existen más de 12 mil criptomonedas, de ellas más de 100 que se auto proclaman como monedas estables; más de 400 plataformas de intercambio de cripto activos; y un mercado de criptoactivos de más de 2 trillones de dólares.
Desde finales del 2018 el BIS lanzó su plan estratégico denominado Innovation BIS 2025 que implica una nueva forma de trabajo de la institución para afrontar la rápida transformación del ecosistema financiero mundial.
Como parte de esa nueva estrategia se creó la Oficina de Representación para las Américas.
Esta oficina se estableció en el 2002 en la Ciudad de México con el objetivo de profundizar el desarrollo de las actividades del BPI en el continente americano, en estrecha coordinación con la sede central de Basilea.
El representante para las Américas del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés), es Alexandre Tombini.
En una conversación con Tombini me dijo que la región está rezagada con respecto a otras partes del mundo en el desarrollo de Sistemas Rápidos de Pago Minorista (FRPS), y ese es el reto que tiene la institución para apoyar a los bancos centrales.
Los servicios de pago minorista en América Latina y el Caribe se caracterizan por altos costos y acceso insuficiente para grandes franjas de la población de la región.
Para superar estas limitaciones, algunos de los bancos centrales más grandes de la región han tomado la iniciativa de introducir pagos minoristas rápidos y desarrollar un ecosistema bancario abierto.
Otros han lanzado programas piloto de moneda digital del banco central.Tombini refiere que México y Brasil completaron recientemente proyectos ambiciosos que apuntan tanto a la velocidad como a la disponibilidad de los servicios: el Codi y el PIX.
Ambos CoDi y Pix ofrecen alternativas atractivas a los servicios tradicionales de pago minorista en sus respectivas jurisdicciones. Sin embargo, el desarrollo en la región es diferenciado.
A pesar de la adopción generalizada de tecnología móvil e Internet, los países de América Latina y el Caribe (ALC) no han estado a la vanguardia de la innovación en pagos.
No obstante reconoce que las condiciones en ALC están maduras para un cambio.
Big tech, animal distinto
El funcionario internacional advierte que las Big Tech son “otro tipo de animal” y requieren una regulación diferente a la de los bancos, más enfocada en evitar que concentren el Big Data e incurran en prácticas anticompetitivas.
En el BIS tienen claridad de que la transformación del ecosistema financiero mundial inexorablemente conducirá a una convivencia cada vez más interrelacionada entre la innovación tecnológica y el sistema bancario.
Por eso decidieron crear el BIS Innovation Hub, para analizar exhaustivamente las tendencias críticas de la tecnología que afectan a la banca central y procurar el mejor funcionamiento del sistema financiero global.
ALC, el reto
En Latinoamérica el BIS busca apoyar el rápido desarrollo de los servicios de pago minorista para hacerlos más baratos y eficientes.
El reto no es fácil frente a la enorme informalidad y desigualdad económica. Veremos en un tiempo más bien breve, cómo se transforma en el mundo el sistema bancario y cómo reaccionan los sistemas de pago locales y global. Al tiempo.