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Sobre el repunte del peso
En esta columna le hemos repetido en varias ocasiones que los determinantes del tipo de cambio no son las noticias sobre escándalos políticos; tampoco, tristemente, la nota roja. El tipo de cambio se determina por los flujos de entrada y salida de dólares del país.
Desde principios de julio y hasta el martes pasado el tipo de cambio del peso frente al dólar se ha reducido dos pesos, de 23.06 a 21.10. Se trata de una revaluación del peso de 8.5 por ciento.
A muchos sigue sorprendiendo la estabilidad del peso en momentos en que se hacen públicas las peores cifras registradas a causa de la pandemia y cuando los temas de corte político en las noticias se han vuelto más inquietantes.
En esta columna le hemos repetido en varias ocasiones que los determinantes del tipo de cambio no son las noticias sobre escándalos políticos; tampoco, tristemente, la nota roja. El tipo de cambio se determina por los flujos de entrada y salida de dólares del país.
Si usted piensa que estos flujos son generados por el mal humor de personas que deciden enviar sus recursos al exterior está equivocado.
Hay flujos mucho más poderosos. Uno de ellos son las cuentas externas. Los dólares que entran al país producto de las exportaciones que realizamos y a los que se resta los flujos de dólares que pagamos por las importaciones que realizamos. Hace muchos años que México es un exportador importante de mercancías.
En estos momentos experimentamos un superávit comercial, producto de la recuperación de las exportaciones, principalmente de coches, y de que las importaciones no se han reactivado en la misma proporción. El flujo de dólares es positivo.
Otro mecanismo son las famosas remesas que envían los paisanos que trabajan en el extranjero. Hasta el último dato, este flujo se ubica en niveles récord.
Cerca de 40,000 millones de dólares al año entran al país por medio de esta vía. La merma del segundo trimestre se recuperó rápido y hoy en día es muy positiva.
Una fuente adicional son los recursos que pretenden aprovechar la ganancia que representa una tasa de interés que aún es muy superior a la que pagan otros países en el exterior; en especial aquellos con los que se puede comparar a México.
A pesar de que se ha reducido el monto de deuda en poder de extranjeros, en semanas recientes hemos visto que se ha revitalizado el flujo de recursos hacia activos en pesos.
En síntesis, debo repetirle que México no necesita dólares para financiar su actividad económica.
Ahora bien. Otra premisa que aquí hemos expuesto varias veces es que existe un mecanismo de ajuste en nuestra economía, de corte neo-liberal, que permite que los ajustes en momento de adversidad se centren en una reducción del crecimiento y no en ciclos perversos de inflación – devaluación.
Este mecanismo lleva varios años en funciones y, curiosamente, esta administración está decidida a no violentarlo a pesar de su naturaleza. Los principales pilares del mecanismo son la apertura comercial, la liga comercial a la economía más dinámica del mundo, la autonomía del banco central, el mantenimiento de Reservas Internacionales elevadas y, desde luego, la austeridad fiscal y la estabilidad de la deuda.
Estos últimos aspectos han sido reforzados con la publicación del plan presupuestal para el 2021. La semana pasada enumerábamos características que podrían debilitar a las finanzas públicas en el largo plazo; pero por ahora, ya se lo decía, las cuentas seguirán cuadradas y los déficits, al menos en los planes, volverían a disminuir.
El mecanismo funcionando, flujos positivos y un momento de optimismo en los mercados globales en donde la mayoría de las monedas emergentes han ganado terreno frente al dólar propician que el tipo de cambio disminuya por ahora.
Su permanencia es cuestionable si no recuperamos una mejor dinámica de crecimiento.
Asimismo, si en los mercados globales se gesta un nuevo momento de aversión al riesgo no dude en que el dólar subiría de precio; algo que no parece suceder por ahora gracias a la Reserva Federal y su postura de ultra relajación. Si compra dólares no piense en ganancias para la próxima semana.
*Rodolfo Campuzano Meza es director general de Invex Operadora de Sociedades de Inversión.
Twitter: @invexbanco