Lectura 6:00 min
Tecnologías y comunicación de misión crítica
Poco se habla de las comunicaciones de misión crítica pero su función es primordial: procurar la seguridad pública, la protección ciudadana y salvar vidas como un derecho universal inviolable que permite materializar todos los demás derechos.
Al referirnos a las redes de telecomunicaciones las asociamos con el ejercicio de derechos fundamentales como la libertad de expresión, el derecho a la información, a la comunicación, el acceso a educación, salud, cultura, entretenimiento, incluso competencia económica y derechos de los usuarios y de los consumidores. Pero preservar la vida antecede a todo.
Las cualidades y funciones de las redes y comunicaciones de misión crítica son más específicas que las de los operadores de telecomunicaciones porque protegen la vida de sus usuarios (policías, militares, personal de protección civil) y de la población.
Se trata de redes operadas por agencias gubernamentales de seguridad pública (Guardia Nacional, Ejército, Marina, policías federales, estatales y municipales) como es el caso de la Red Nacional Integrada de Radiocomunicación (RNIR), o incluso licenciadas a empresas privadas de telecomunicaciones como FirstNet en Estados Unidos, operada por AT&T sólo para comunicaciones de seguridad pública.
La atención a situaciones de emergencia e incidentes de seguridad pública no puede recaer en métodos convencionales o comerciales de comunicación. Se requiere de enfoques de misión crítica, es decir, indispensables y prioritarios como atender una llamada de violencia de género a través del 911, emitir una alerta sísmica, enviar una patrulla, prevenir una conducta antisocial gracias a las cámaras de videovigilancia, ubicar a un delincuente mediante reconocimiento facial y hasta identificar a personas contagiadas de Covid-19 mediante cámaras con sensores térmicos.
Lo anterior es reconocido en los recientes lineamientos de gestión de tráfico en Internet o “neutralidad de la red” publicados por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Los proveedores de servicios comerciales de Internet pueden administrar el tráfico de sus redes en situaciones de emergencia y desastres que pongan en riesgo la integridad o seguridad de la totalidad o parte de la red.
Sin embargo, incluso en emergencias ocasionadas por agentes perturbadores como terremotos o en temporada de huracanes, las redes de telecomunicaciones pueden saturarse, verse comprometidas, tener interrupciones temporales o sufrir cortes que dificulten o impidan las comunicaciones. Por eso es necesario que operen de forma permanente, ininterrumpida, interoperable y con la mayor cobertura posible las redes y sistemas de misión crítica.
Durante una catástrofe, atentado, desastre natural, pandemia o ante una situación de emergencia que perturbe la seguridad ciudadana, las tecnologías y soluciones de misión crítica ofrecen una respuesta rápida y eficiente a los requerimientos de comunicación de los agentes responsables de seguridad pública, protección civil y personal de primera respuesta para llevar a cabo sus tareas con éxito, incluso en terrenos de difícil acceso.
Es importante que las redes y comunicaciones de misión crítica respondan a principios de interoperabilidad y que las tecnologías, plataformas y sistemas sean confiables, altamente seguros, robustos, de alta disponibilidad, innovadores y escalables.
La interoperabilidad significa que, independientemente de la empresa fabricante o desarrolladora de radios, videocámaras y otros equipos y sistemas de misión crítica, todos puedan integrarse y conectarse a la red central de comunicación existente. De la misma manera que no importa la marca de nuestros teléfonos celulares, todos se conectan a la red móvil.
En términos prácticos, los radios de los policías y las cámaras de videovigilancia instaladas en las ciudades deben comunicarse con los llamados centros de comando y control y éstos, a su vez, enlazarse con los agentes en el terreno o zonas de desastre para dar una respuesta inmediata y eficaz a los incidentes de seguridad.
Las comunicaciones de misión crítica avanzadas brindan a los profesionales de seguridad pública y protección civil respuestas rápidas, seguras e interoperables entre agencias, servicios de emergencia, fronteras, niveles de gobierno, redes y dispositivos para que dispongan y compartan información crítica dónde y cuándo se necesite para tomar mejores y más rápidas decisiones.
Las comunicaciones convergentes de voz, datos y video analítico en tiempo real de misión crítica responden a situaciones en las cuales es fundamental salvar vidas, proteger la integridad física de las personas ante incidentes e incluso mantener la operación y logística de procesos industriales de alta relevancia o esenciales, como la energética, portuaria o de transporte.
Las comunicaciones de misión crítica añaden mayor ciberseguridad y encriptación porque las frecuencias y la información podrían ser intervenidas y quedar comprometidas (ya ha ocurrido) por bandas del crimen organizado que también utilizan la tecnología para cometer sus fechorías. La comunicación debe ser fiable y libre de interferencias.
Los sistemas de misión crítica más avanzados son ahora predictivos, detectan el delito antes de que ocurra, identifican patrones, tendencias, alteraciones e interpretan toda la información disponible proveniente de diversas fuentes y bases de datos para enfrentar un evento delicado o crisis gracias a soluciones de Inteligencia Artificial, Big Data y analítica de datos. Sabemos que la capacidad y el ojo humanos son incapaces de observar y analizar todo lo que acontece en una urbe, pero la tecnología sí puede hacerlo para prevenir, alertar y detonar una respuesta inmediata.
La delicada situación de inseguridad que enfrenta México demanda de las autoridades y agencias de seguridad pública la adopción de un ecosistema de comunicaciones de misión crítica. La clave radica en el diseño de una política pública y estrategia para que la tecnología se adapte a la incidencia delictiva del fuero común y federal, reduzca los índices de inseguridad, criminalidad y la prevalencia de conductas antisociales antes de que todas ellas se normalicen aún más.
Twitter: @beltmondi