Tendencias alimentarias 2024

Cada año grupos de expertos intentan pronosticar las tendencias alimentarias. Estas tienen importancia porque, de diferentes maneras, determinan por un lado cuáles serán los negocios florecientes de comida, pero también, la forma en la que los consumidores perciben ciertos productos alimenticios que puede significar su éxito o fracaso.

Varias publicaciones especializadas intentan vaticinar las tendencias alimentarias del año en función de diferentes investigaciones de mercado, así como análisis sobre megatendencias sociales que impactan en la forma de alimentarnos. Una de las tendencias que ha sido transversal en diferentes pronósticos, es la tendencia a hacer más sustentable la alimentación incorporando el veganismo como estilo de vida, o bien, buscando alternativas más sustentables para sustituir ciertos ingredientes en nuestros platillos. La tendencia de alimentación basada en plantas también impactará cada vez más el mundo de la alta cocina y también, la búsqueda de platillos que puedan ser fácilmente replicables en casa que incorporen maneras novedosas de consumir vegano.

Al analizar diferentes pronósticos de tendencias, podemos resaltar que mientras que algunos se basan estrictamente en tendencias que impactarán a la alta cocina o al mundo de la gastronomía, otros se enfocan más en los bienes de consumo alimentario o la forma en la que los consumidores comprarán alimentos, y algunos otros se centran solamente en los ingredientes o platillos que podrían ponerse de moda en el año.  En realidad, una tendencia es el resultado de diferentes movimientos e ideologías sociales que no son recientes, sino que llevan años gestándose y manifestándose en la forma en que comemos. De tal forma que una de las tendencias más repetidas, es la búsqueda de las personas de consumir alimentos empacados pero que no sean ultra procesados, es decir, que los ingredientes de contenido de un alimento sean lo más simple posible para la comprensión y percepción de seguridad del consumidor. Esto en parte, por la creciente preocupación del consumidor respecto a la relación de lo que consume con su salud.

Otra de las macrotendencias sociales que se repite es la del impacto del consumo de hongos como sustitutos de la carne, pero también, como alimentos que aportan un beneficio extra, por ejemplo, para la salud neurológica. Aunque la experimentación e investigación con hongos data de varias décadas, su incursión, primero como suplemento alimenticio, y ahora como ingrediente de cocina que se encontrará en diferentes platillos, responde también a las propiedades que se les han adjudicado en investigaciones recientes.

El uso de ingredientes “exóticos” siempre ocupa un lugar en las listas, y en este año, muchos ingredientes de origen asiático tendrán supuestamente una gran incursión en el mercado. Lo que en los 90 llamaban cocina “fusión” que no era más que la combinación de recetas, ingredientes y técnicas de diferentes orígenes, encontrará diferentes nichos para obtener un foco de atención. Sin embargo, todos estos movimientos son el resultado del creciente fenómeno por el que hoy en día, podemos tener disponibles alimentos de todo el mundo en nuestra mesa, en parte por la globalización de los mercados, pero también, por los tránsitos de personas, ingredientes y saberes que hoy se dan de manera masiva, gracias a la inmediatez de la información, pero también al acceso a estas maneras de comer que antes no se tenían. Como cada año, el vaticinio de tendencias alimentarias ofrece una mirada interesante, no tanto por el qué se comerá, sino por el análisis de los procesos que existen detrás.