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Opinión

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¿Tendrá éxito el embargo europeo al petróleo ruso?

Foto: Shutterstock

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La decisión de Europa de prohibir la mayoría de las importaciones de petróleo ruso se basa en un cálculo simple: dado que la UE representa aproximadamente la mitad de las exportaciones de petróleo de Rusia, un embargo reduciría aproximadamente a la mitad los ingresos de las exportaciones de petróleo de Rusia. Pero la realidad es más complicada

BRUSELAS – Ahora que la invasión a Ucrania ha rebasado los 110 días de duración, vale la pena preguntarse cuánto daño han hecho las sanciones occidentales a la economía de Rusia y si las futuras medidas (especialmente el embargo de la Unión Europea que afecta a la mayor parte del petróleo ruso, anunciado hace algunas semanas) pueden lograr que los cálculos estratégicos del presidente ruso Vladimir Putin cambien.

El petróleo solía proporcionar la mayor parte de los ingresos por exportaciones de Rusia. En diciembre de 2021, las exportaciones se situaron en 7.8 millones de barriles por día, superando una cuota de 2,8 mil millones de barriles por año. Si bien se trata de una cifra anterior a la invasión, se espera que Rusia mantenga una sólida capacidad de exportación hasta el momento en que la falta de acceso a equipos occidentales de última generación limite su producción de petróleo.

A corto plazo, las sanciones occidentales no afectarán a la producción de petróleo de Rusia. Además, el consumo doméstico está cayendo a medida que la economía rusa se contrae. Por lo tanto, Rusia puede sostener sus exportaciones de petróleo por el momento; además, a un precio que fluctúa entre los 110 a 120 dólares por barril, las exportaciones de crudo por sí solas podrían hacer que Rusia ganara más de 300,000 millones de dólares por año, una suma suficiente para financiar a su gobierno y sostener su guerra.

Se supone que el embargo de la UE debe evitar lo antedicho. Las matemáticas que circulan en los círculos diplomáticos son simples: si la UE, que aproximadamente da cuenta de la mitad de las exportaciones de petróleo de Rusia, deja de importar crudo ruso, Putin perderá 150,000 millones de dólares. Pero la realidad es más complicada.

Debido a que la demanda de petróleo es muy inelástica a corto plazo, incluso una pequeña reducción en el flujo de petróleo que llega a los mercados mundiales puede hacer que los precios aumenten significativamente. De hecho, los estudios demuestran que, a corto plazo, los ingresos por ventas de petróleo aumentan cuando hay menos petróleo disponible. En otras palabras, la subida vertiginosa de los precios impulsará el aumento de los ingresos de Rusia provenientes de sus exportaciones, dando la impresión de que las sanciones han fracasado.

Sin duda, los precios volverán a bajar gradualmente, a medida que otros países, deseosos de aprovechar los precios altos, intensifiquen su producción de petróleo. Fueron las ganancias, y no las presiones políticas de Estados Unidos, las que probablemente actuaron como la principal motivación detrás de la reciente decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) con respecto a aumentar sus objetivos de producción. No obstante, para cuando los precios bajen, Rusia ya habrá cosechado ingresos considerables.

Hay otra razón clave por la que el embargo de la UE al petróleo ruso tendrá un impacto limitado: el petróleo es un bien fungible. Países como la India y China, que en conjunto consumen el doble de petróleo que la UE, pueden comprar el petróleo que bajo otras circunstancias hubiera sido importado por Europa. Por lo tanto, no es posible detener las exportaciones de petróleo de Rusia.

También vale la pena señalar que el embargo de la UE se aplica solo a las importaciones marítimas de petróleo crudo ruso, no así a las importaciones que llegan a través oleoductos. Es probable que esta prohibición parcial, el resultado acuerdos de compromiso que fueron difíciles de consensuar, sea en gran medida ineficaz, ya que el petróleo transportado por mar, el cual de todos modos debe cargarse en buques cisterna, puede redirigirse fácilmente a otros destinos.

El éxito de las sanciones debe medirse no por la cantidad de petróleo ruso que importan los países occidentales, sino por la cantidad de ingresos que Rusia recauda por sus exportaciones. La clave son precios más bajos, no volúmenes más bajos.

Cualquier evaluación de los posibles ingresos por exportaciones de Rusia debe basarse en el precio al que el país puede vender el crudo, en lugar de basarse en el precio del mercado mundial. En este caso, las noticias son alentadoras: se ha abierto una gran brecha entre el precio del petróleo europeo y el precio del petróleo ruso, el cual ahora se vende con un fuerte descuento de aproximadamente 30 dólares por barril. Esta divergencia surgió justo después de que Rusia invadiera Ucrania, lo que indica que no fue resultado de las sanciones oficiales, sino de la auto-sanción que se impusieron los comerciantes, los transportistas y los importadores que no querían estar asociados con Rusia.

Los altos precios mundiales se traducen en que, incluso con este descuento, Rusia está ganando alrededor de 80 a  90 dólares por barril. Es decir, Rusia recibe al menos el doble del costo de producción (alrededor de 40 dólares por barril) y supera con creces el nivel de precios de hace un año. Pero, a pesar de que Rusia se beneficia de sus exportaciones de petróleo, está ganando casi 100 mil millones de dólares menos al año de lo que ganaría si estuviera vendiendo su petróleo a precio regular, es decir al precio sin descuentos.

Y estas pérdidas podrían aumentar, como resultado de una decisión menos notoria, pero potencialmente más importante, misma que se tomó al mismo tiempo que se anunció el embargo de la UE. La UE y el Reino Unido acordaron una prohibición coordinada sobre el suministro de seguros a los buques cisterna que transportan petróleo ruso. Esta decisión impedirá de manera significativa que Rusia envíe su petróleo a compradores alrededor de todo el mundo y la obligará a vender su producción con un descuento aún mayor.

No se puede subestimar la importancia que revisten los precios del petróleo para los cálculos geopolíticos de Rusia. Hacia finales del año 2014, Rusia había comenzado a participar más abiertamente en combates en la región oriental de Ucrania, el Donbás. Si continuaba avanzando hacia el interior de Ucrania, el entonces incipiente ejército ucraniano no habría sido capaz de oponer mucha resistencia. Sin embargo, los precios del petróleo se habían desplomado desde más de 100 dólares a menos de 50 dólares por barril, y Putin aceptó los acuerdos de Minsk, que detuvieron el avance ruso.

Aunque los precios internacionales están ahora muy por encima de este nivel, la buena noticia es que, teniendo en cuenta los descuentos que Rusia se ve obligada a ofrecer, los precios mundiales deben caer a solo 80 dólares por barril para causar un dolor económico significativo a Rusia. Un aumento sustancial de la producción de petróleo por parte de otros países ayudaría a conseguir este objetivo; un embargo sobre el petróleo ruso no lo conseguirá. Los líderes políticos occidentales deberían reconocer esta realidad, y admitir que paralizar la economía rusa no está dentro de sus potestades.

El autor

Es miembro de la junta directiva y miembro distinguido del Centro de Estudios Políticos Europeos.

Traducido del inglés: Rocío L. Barrientos

Copyright: Project Syndicate 1995 - 2022

www.projectsyndicate.org

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