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Todos podemos construir un patrimonio (Parte 1 de 2)
En mi vida he conocido gente de todo tipo, con opiniones y mentalidades diferentes. Una de ellas, muy común es: apenas gano lo suficiente, no puedo ahorrar y jamás podré construir patrimonio. Piensan que esa es su realidad, que están limitados y por eso ni lo intentan.
El pensamiento es muy poderoso. La forma como pensamos sobre nosotros mismos, los demás y las situaciones a las que nos enfrentamos en la vida, tiene un impacto profundo no sólo en nuestro comportamiento, sino también en nuestro bienestar emocional. Pero además, como sabemos, el dinero produce muchas emociones, tanto positivas como negativas.
La psicología cognitivo conductual estudia precisamente esto: la interacción entre pensamientos, emociones y conductas. Ha demostrado, científicamente, que los cambios de conducta, pequeños y progresivos, pueden tener un impacto profundo en la manera como sentimos y pensamos.
Ese es el poder de los pasos de bebé. ¿Crees que no tienes posibilidad de ahorrar? Saca una moneda de 10 pesos o un billete de 20 de tu cartera y mételos a una alcancía. Te aseguro que no la vas a extrañar. Ponle 50 pesos a tu Afore cuando recibas tu siguiente quincena. Configura un ahorro automático en Cetesdirecto de 100 pesos al mes. Aumenta esa cantidad poco a poco, o incrementa la frecuencia (cada quincena, o semana).
Hacer esto puede ser el inicio de un cambio positivo en tu relación con el dinero y en tu forma de ver el mundo, que puede ser profundamente liberador y transformador. Todos podemos construir un patrimonio. Incluso la gente que vive al día. Pero esto es sólo el inicio.
Claro: ahorrar te sirve de poco si tienes deudas. Destina entonces estos 10, 20, 50 ó 100 pesos que estás separando, como pago adicional para bajarle a tu deuda más pequeña. Cuando te liberes de ella, suma la cantidad que pagabas aquí, como pago adicional a la siguiente deuda en tamaño y así sucesivamente. La cantidad que pagas va aumentando como bola de nieve.
¿Ya pagaste todas tus deudas? Todo ese dinero que antes dabas en pagos, ahora es dinero que puedes ahorrar. Si estás muy limitado, con el cinturón muy apretado, entonces al menos una buena parte (la otra la puedes usar para estar más holgado en tu gasto y cubrir tus necesidades sin problemas).
Nuevamente, hacer esto te va ayudar a cambiar tu perspectiva. Sí puedes salir de deudas. Pero además te vas a dar cuenta cómo tener deudas te ha quitado tu posibilidad de ahorrar y construir algo para ti. Tener dinero para emergencias y después, empezar a invertir para generar un patrimonio a largo plazo, que te brinde libertad financiera cuando ya no puedas (o ya no quieras) trabajar.
Mucha gente me dice: “tengo que usar tarjetas de crédito o pedir prestado porque con lo que gano simplemente no me alcanza para vivir”. Es cierto que en países como México mucha gente vive al día o con muy poco. Endeudarse, sin embargo, no es la solución: de hecho sólo hace el problema más grande.
Por ejemplo: cada mes gano 10,000 pesos pero este mes no me alcanzó para todo y al final terminé gastando 11,000. ¿De dónde salieron los 1,000 adicionales? Me los prestó mi vecina y quedé de pagarle 100 pesos cada mes durante todo un año (es decir, le voy a tener que pagar 1,200 en total).
El problema es que el siguiente mes, ya no tengo 10,000 pesos disponibles para gastar, sino sólo 9,900 (los otros 100 pesos ya los gasté - son el compromiso que adquirí con mi vecina). Entonces, este mes me voy a tener que apretar más el cinturón.
Pero vivo al día y no tengo ninguna flexibilidad o colchón para emergencias. ¿Qué pasa si otra vez no me alcanza y tengo que pedir otros 1,000 pesos prestados, en las mismas condiciones? Al siguiente mes sólo voy a tener 9,800 para gastar, porque los otros 200 son para pagar mis deudas.
Si esto sigue, cada vez tengo menos dinero y me tengo que endeudar más. Hasta que llegue un momento en que las deudas me consuman y ya no pueda pagar.
Esto también es cuestión de mentalidad, de forma de pensar. Endeudarte no resuelve tu problema: lo “patea” para más adelante, pero también lo hace más grande. Si realmente lo que ganas no te alcanza para vivir, la única solución real es encontrar maneras de ganar más dinero. ¿No sabes cómo? Hay muchas cosas que tú puedes hacer y que los demás necesitan. Si observas, encontrarás oportunidades, aunque sea para hacer pequeños trabajos en tus ratos libres.
Más pronto que tarde podrás “perder” (guardar) la moneda de 10 pesos o el billete de 20 que hablamos antes. Pequeñas cosas que se vuelven hábitos, que te cambian la perspectiva de tu vida y que te ayudarán a entender que todos podemos construir un patrimonio.
El pensamiento es muy poderoso. La forma como pensamos sobre nosotros mismos, los demás y las situaciones a las que nos enfrentamos en la vida, tiene un impacto profundo en nuestro bienestar emocional.