Lectura 5:00 min
Trump se roba el primer debate aún sin asistir
Fox News fue el anfitrión del primer debate de la carrera presidencial de 2024 en Milwaukee, Wisconsin. Con 13 candidatos republicanos postulándose para la nominación, el Comité Nacional Republicano decidió establecer algunas reglas para seleccionar a los candidatos que tienen pocas posibilidades de victoria.
Para el 21 de agosto, los candidatos tuvieron que alcanzar los umbrales de recaudación de fondos y encuestas y firmar un “compromiso de lealtad” para poder calificar al debate.
Los requisitos anunciados en junio eran, según los estándares anteriores, bastante estrictos. Los candidatos debían tener 40 mil donantes únicos, con al menos 200 donantes de 20 estados diferentes. También tuvieron que alcanzar por lo menos uno por ciento o más en tres encuestas nacionales, o dos encuestas nacionales y dos estatales, cumpliendo con requisitos metodológicos específicos.
Dejando a un lado las encuestas, la regla del debate que ha suscitado la mayor controversia es una que cualquier candidato podría cumplir, en teoría: una “promesa de lealtad” para apoyar al eventual candidato del partido. Si bien ha habido quejas y evasivas generalizadas, solo un candidato rechazó rotundamente la promesa.
Pero más allá de las reglas, la ausencia de Donald Trump marca el debate pues todo gira alrededor del expresidente. Las marcadas divisiones del Partido Republicano quedaron al descubierto en una pantalla dividida el miércoles por la noche, con los ocho candidatos a la presidencia que calificaron para el debate en el escenario del debate en Milwaukee, mientras que el favorito y gran ausente Donald Trump robó la atención con una entrevista con Tucker Carlson transmitida a través de la red social X.
Trump, peleado con el canal de cable de Rupert Murdoch, Fox News, dijo el miércoles por la mañana que su entrevista con Carlson se transmitiría a las 9:00 pm, la misma hora en la que sus ocho rivales subían al escenario en Milwaukee.
El debate y la entrevista de Trump con Carlson se producen apenas un día antes de que el expresidente planee entregarse a las autoridades de Georgia, donde enfrenta más de una docena de cargos penales relacionados con sus esfuerzos por anular las elecciones presidenciales de 2020. Los crecientes problemas legales de Trump (incluidos 91 cargos por delitos graves en cuatro casos separados) no han hecho nada para dañar su posición en las primarias republicanas, y el último promedio de encuestas nacionales FiveThirtyEight muestra que tiene el apoyo de poco más de la mitad de los votantes republicanos.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, está detrás de Trump en un distante segundo lugar, con un 14 por ciento, y el empresario de biotecnología Vivek Ramaswamy está en tercer lugar, con 9 puntos. El exvicepresidente Mike Pence, el senador de Carolina del Sur Tim Scott, la exembajadora de la ONU Nikki Haley, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, el exgobernador de Luisiana Asa Hutchinson y el gobernador de Dakota del Norte Doug Burgum, todos ellos subieron al escenario con una desventaja de doble dígito ante Donald Trump.
Su objetivo en el debate era una actuación que robara la escena mediática y así impulsar sus campañas. Pero también tuvieron que lidiar con la ausencia de Trump y con las inevitables preguntas sobre sus cargos penales relacionados con afirmaciones falsas sobre las elecciones de 2020.
DeSantis buscó revivir su debilitada candidatura después de errores públicos y una reorganización de sus principales asesores. Pero el gobernador de Florida también se convirtió en una avalancha de ataques de sus rivales ante la ausencia de Trump. Otro de los personajes que han llamado la atención en las últimas semanas es Vivek Ramaswamy que enfrenta un mayor escrutinio después de los comentarios de esta semana que sugieren que el gobierno de Estados Unidos podría haber estado involucrado en los ataques terroristas del 11 de septiembre.
De todos los contendientes presentes en el debate, Chris Christie, un polemista formidable, ha sido el único dispuesto a atacar pública y constantemente al expresidente Trump. A pesar de que personajes como Mike Pence se han distanciado de la figura de Trump, es Christie el que se ha confrontado directamente con él.
La maestría de Trump para ocupar los espacios en los medios de comunicación le dio la oportunidad para capitalizar una doble victoria: por una parte, aún ausente del primer debate se convirtió en el protagonista del mismo con tan solo haber decidido ausentarse del evento, y, por otra parte, logró robar importancia y relevancia con una entrevista a la misma hora dirigida a sus seguidores y a la base republicana en una red social que es consumida por una importante cantidad de sus seguidores. Muchos pueden seguir deseando que el partido rompa definitivamente con él, pero Trump sigue demostrando que no solo es dueño del partido, sino que es dueño de la agenda y marca la pauta con un poder mayor, incluso al de algunas televisoras que en algún momento fueron sus aliados.