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Opinión

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Ucrania obligó al mundo a mirarse en un espejo

Ucrania obligó al mundo a mirarse en un espejo. Acabó con mitos, sacó a flote verdades, y con ello detonó varias crisis existenciales.

Europa ya no es la misma. Podemos decir que cuando se miró al espejo se dio cuenta que estaba desnuda, y que una mezcla de pudor y sorpresa, la hizo intentar comenzar a vestirse con “el poder” de poderse defender con o sin Estados Unidos.

Los casos de Polonia y Alemania lo ilustran a la perfección. 

Como consecuencia del conflicto, Polonia decidió aumentar el porcentaje del PIB destinado a la defensa. Pasando del 2 al 3%  en el próximo año. A la vez que Alemania ha decidido incluir una una inversión de 100,000 millones de euros en inversiones militares dentro del presupuesto de este año, y ampliarlo hasta un mínimo del 2% del PIB para el próximo año.

Todo esto mientras tiene previsto adquirir hasta 35 aviones de combate F35 estadounidenses. Habiendo de esta manera renovado el armario, para vestirse acorde a la época. Con todo lo que esto implique. 

Algo similar ocurre en Australia. La isla continente invertirá 7,392 millones de dólares en la construcción de una una nueva base de submarinos nucleares con tecnología estadounidense, para defensa en el Indo-Pacífico. Materializando de esta manera los miedos que se transfieren de Rusia a China, y de Ucrania a Taiwán.

Mientras tanto a China le gustó  lo que vio en el espejo. El hecho de que tanto Estados Unidos, como Francia y Alemania, la hayan buscado para intentar encontrar una salida a este conflicto, reafirma su peso en el sistema internacional y su posibilidad de sentarse en la mesa de los países que rigen los destinos del mundo. 

De ahí el que Rusia se sienta tan protegida por la “amistad sin límites” que tiene con aquel país. Permitiéndole de alguna, balancear los daños colaterales ocasionados por el fin del mito de su robustez militar. Aunque en esta ocasión, haya sido capaz de dejarle claro al mundo que es de armas tomar. 

Por otro lado, Estados Unidos encontró algo diferente a la última vez que se miró en el espejo. Sus músculos ya no son tan fuertes como antes y tampoco puede estirarse tanto como solía hacerlo, para abarcar el mundo entero. Además de que al ver la imagen de China reflejada a lo lejos, sabe que se avecina una crisis existencial que pronto tendrá que resolver porque ¿Quién será en el mundo si ya no es el número uno?

Esa pregunta se resolverá solamente conforme avance la historia. Sin embargo, en este momento se da cuenta que avivar el contraste entre el bien y el mal, en este momento lo hace más fuerte. De ahí el que Biden haya tomado el liderazgo de las sanciones económicas en contra de Rusia, que haya a amenazado a China con repercusiones si  le ayuda militar o económicamente, y que haya llamado a Putin “criminal de guerra.” 

Finalmente, América Latina se vio en el espejo igual que siempre, en un mundo que ya cambió y que aun no comprende.

“Estoy solo y no hay nadie en el espejo.” Mejor, no lo pudo haber dicho Borges. 

El último en salir apague la luz 

Twitter: @HenaroStephanie

Actualmente da asesorías geopolíticas, conferencias, e imparte la materia en la Universidad Iberoamericana de México y en la Universidad Francisco Marroquín en Guatemala. También comparte sus análisis en ADN40, MVS, Radiofórmula, El Heraldo y Televisa.

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