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Opinión

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Un consejo para La Gaviota

Acostumbro pararme frente a los puestos de periódicos para leer los encabezados y ver las fotografías de las revistas llamadas rosas o del corazón, pero sobre todo las de chismes y mujeres del espectáculo. No las compro: las revistas porque son banales y las mujeres porque, sospecho, han de ser caras. Pero me gusta verlas para comprobar que 70% de la labor de la naturaleza más 30% de hojalatería y pintura producen hermosos ejemplares del mal llamado sexo débil. Sexo débil el mío y, sin embargo, se mueve.

El sábado pasado en una de esas ojeadas -de ojos- de revistas en un puesto descubrí un encabezado que me llamó la atención: Sasha Montenegro aconseja a Angélica Rivera cómo ser Primera Dama . Pedí permiso al vendedor. Tomé la revista, la hojeé -de ojear las hojas- y encontré el reportaje de marras. Me congratulé. Ya tengo tema para mi columna -pensé-. Me pareció cosa de risa que Sasha Kalimán le aconsejara a Angélica Solín que cuando sea Primera Dama actué con sabiduría y prudencia .

La risa la motivó el hecho de que la señora Montenegro, desde mi perspectiva, está incapacitada para dar consejos de cómo debe comportarse un Primera Dama en virtud de que ella, si bien es la viuda de un señor que fue Presidente, no fue su esposa cuando éste ejerció el poder. Déjenme y les cuento.

La Primera Dama (1976-82)

En el año de 1951, el abogado José López Portillo, de 31 años de edad, después de tres años de noviazgo contrajo nupcias con su vecina Carmen Romano Nolk, seis años menor que él. En su autobiografía y testimonio político, obra en dos tomos, titulada Mis Tiempos, López Portillo dice de ella: Lo que más quería en la vida era ser madre y una madre magnífica ha sido, por encima de todas las cosas . Luego escribió: Fuera de las satisfacciones infinitas que mis tres hijos, José Ramón, Carmen Beatriz (La Yiyi) y Paulina, me han dado, nada más diré de mi matrimonio. Si algún problema ha habido, a mí es imputable, cuando irresistiblemente al entrar a los 40 años, de mí se apoderó el demonio del mediodía .

Sara Sefcovich, autora del libro La suerte de la consorte, excelente investigación sobre las esposas de los que nos han gobernado escribió: Para cuando Echeverría elige a López Portillo como su sucesor y el partido lo nombra candidato, la pareja ya estaba separada (...) En aras de la imagen familiar que la moral del día seguía considerando fundamental, vuelven a reunirse para que ella cumpla con el papel de Primera Dama que para entonces ya era parte indispensable de la función presidencial. Pero lo hacen viviendo como vecinos, con vidas independientes .

El domingo 4 de julio de 1976 cuando el licenciado José López Portillo y Pacheco, posteriormente apodado Jolopo, El Perro y Pito Suelto -este remoquete va por mi cuenta- ganó la elección para Presidente de la República por un chingo de votos en favor y cero en contra -fue candidato único- recién había cumplido 56 años. Al demonio del mediodía que lo poseyó al entrar a los 40, lo sucedió el demonio de la tarde-noche que trajo de un ala al Mandatario, de ahí su tercer alias aquí consignado. (Según la maledicencia popular al parecer tenía los pies planos porque: pisaba parejo y no se lo hacía a sí mismo no por falta de ganas ni por no alcanzarse, sino por respeto al Jefe del Ejecutivo).

Hoy me toca muchacha -le confió al periodista Manuel Buendía en una ocasión. Y la muchacha no era otra que la joven, guapa y talentosa Rosa Luz Alegría, Subsecretaria de Evaluación de la Presidencia. Y luego a partir del 13 de agosto de 1980 y hasta que terminó el sexenio la primera mujer Secretaria de Estado en el gobierno de México: Secretaría de Turismo. (Le tocó a Rosa Luz ser considerada no la Primera Dama -1976-82- pero sí la Primera Cama).

La Primera Dama de las ficheras

En 1982, último año de su mandato, JLP de 62 años, edad en la que el diablo de la tarde-noche se estaba convirtiendo en simple diablillo , incursiona en su calidad de Calzón Fácil en el ambiente artístico; conoce a la actriz italo-yugoslava-argentina Alexandra Acimovic Popovic que con el seudónimo de Sasha Montenegro era famosa por sus laureles cinematográficos: entre 30 títulos las más exitosas: Bellas de Noche (Las Ficheras 1 y 2), Noches de Cabaret, Muñecas de Medianoche, El sexo me da risa y Huevos Rancheros. (Si este último filme se hubiera producido en la época actual hubiese sido calificado como de alto presupuesto). Ella exitosa, bella y rutilante; él poderoso y con fama de Don Juan, en un abrir y cerrar de ojos pasaron a un abrir y cerrar de piernas.

Sin saber a ciencia cierta cuánto duró el romance, éste se reanudó en Sevilla, España en 1984 -cuando el diablillo mas que poseerlo lo visitaba de entrada por salida. En su libro Umbrales, escrito en 1996 -época en que el diablillo ya no se paraba por su casa- el exinquilino de Los Pinos relata: En eso estaba -pintando la contraportada de Mis Tiempos II- cuando sonó el teléfono. ‘!Hola! ¿Quién habla? ¿Pepe? ¡Qué bueno que te encuentro! Soy Sasha, para invitarte a cenar el viernes’. Entonces cometí la ingenua burrada de decirle. ‘Pero si estoy en Sevilla’ y ella, supongo que divertida y sonriente, me dijo: ‘Ya lo sé. No seas burro (sí lo fui) yo voy a ir para allᒠ(...) Fui al aeropuerto internacional de Sevilla a esperar a mi Sasha. En el camino corté para ella el ramo de amapolas con el que recibí el don de su espléndida belleza en un camino que ahí se reinició y que, pese a ulteriores desencuentros, a mi situación debidos, nos ha llevado, para mi felicidad, a la actual condición de pareja madura, en mi caso ya viejo y con dos hijos, que en un momento de luminoso acuerdo concluimos con la convicción de casarnos .

Tras el nacimiento de sus hijos Nabila, en 1985, y Alexander en 1990, JLP se divorció en 1991 de doña Carmen y en 1995 se une civilmente con Sasha. Ese mismo año, el 9 de marzo, sufrió una embolia cerebral y una hemiplejía. Don Pepe escribe en Umbrales: Y después de horas en estado comatoso y una severa operación para ventilar la carótida derecha, fui rescatado de la confusa oscuridad en que transcurría, por la amorosa voz de mi mujer que me prohibió la muerte. Fue luz y me enseñó de nuevo a respirar. Y respirando estoy de su amor .

El 9 de mayo del 2000 muere Carmen Romano. Un mes después, días antes de cumplir 80 años -del diablillo ya ni se hablamos- JLP y su, hasta entonces, Sasha del alma se casan por la Iglesia Católica. Lo celebran en grande con una fiesta en la superresidencia denominada La Colina del Perro.

El expresidente enfermo, se acerca a los hijos de su primer matrimonio que, según su propia expresión, supieron perdonar mis miserias . En el 2002 interpone una demanda de divorcio argumentando maltrato verbal y físico por parte de su cónyuge: el proceso legal de la separación no terminó porque JLP murió el 17 de febrero del 2004.

En la actualidad, Alexandra Acimovich viuda de López Portillo recibe del gobierno mexicano 900,000 pesos anuales de pensión.

Un consejo

De manera sintética ya conté y probé por qué, según mi opinión, Sasha Montenegro, pese a sus buenas intenciones, no es la persona idónea para aconsejar como conducirse a Angélica Rivera, próxima Primera Dama. Si yo fuera su amigo, le regalaría a la popular Gaviota el libro La suerte de la consorte y le daría un consejo: que lo leyera como si fueran los libretos de todos los capítulos de la telenovela más importante de su vida, que analizara lo leído para saber quiénes de las esposas, mujeres o cónyuges de los gobernantes de nuestro territorio, desde Azcalxonchitzin, la esposa de Nezahualcóyotl, hasta Marta Sahagún, la Chaparrita de Oro, han sabido ser buenas compañeras de su hombre y, a la vez, comprensivas con la población gobernada por éste, para tratar de imitarlas; le aconsejaría, tomara puntual nota para poder actuar como ellas, de quiénes han podido manejar, con dignidad y clase femenina, como auténticas damas, esa sustancia tóxica y peligrosa llamada poder.

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