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Una década de 10 para el campo con agricultura sostenible (II)
Comenté sobre los beneficios económicos y agroecológicos que ha generado a diez años la implementación del modelo de Agricultura Sostenible en el campo agrícola del Centro de Desarrollo Tecnológico (CDT) Villadiego de FIRA; en esta segunda entrega mencionaré los progresos que están debidamente documentados
En el sistema de Labranza de Conservación anteriormente se empacaba 50% del rastrojo de maíz, que por su lenta descomposición dificultaba su manejo en campo impidiendo realizar la siembra de los cultivos de otoño-invierno de manera uniforme y precisa.
Actualmente se cumplen cuatro años de que se deja 100% del residuo de la cosecha de maíz, que representa más de 22 ton/has, mismas que reciben un tratamiento de microorganismos benéficos como Trichoderma harzianum para acelerar su descomposición, y que actúa a su vez como un potente fungicida biológico de bajo costo, muy efectivo para el control de Fusarium, uno de los patógenos que más daño han causado a los cultivos de granos de la región del Bajío.
El acondicionamiento del terreno para hacer la siembra directa incluye dos labores mecanizadas; remarcado de surco y desmenuzado, que tienen un costo total de $900/ha en comparación con la inversión de $3,800/ha que aplica un productor convencional por los pasos de maquinaria que realiza previo a la siembra.
Con el manejo integrado de plagas, ha disminuido hasta en 30% los costos del control químico, registrando dos ciclos de maíz sin ninguna aplicación de insecticidas químicos de síntesis. Sólo se ha utilizado el control etológico con el uso de feromonas sexuales para atrapar adultos machos de gusano cogollero, también el uso de control biológico aplicando hongos entomopatógenos como Metarhizium anisopliae y Beauveria bassiana, además de la liberación de avispita Trichogramma, que es un parasitoide muy efectivo para el control de gusano elotero.
El ahorro en costos supera los $1,000/ha más el beneficio ambiental de no aplicar pesticidas sintéticos.
De la misma manera, en el cultivo de cebada se tienen tres ciclos otoño-invierno donde para control de pulgones se ha aplicado sólo control biológico con liberación de crisopas y aplicación de microorganismos benéficos.
Con respecto al uso racional del agua y el registro de la huella hídrica, en cebada se tiene un promedio de 540 m3 de agua por tonelada producida contra más de 1150 m3 que registra un productor convencional con riego rodado.
A una década de practicar la agricultura sostenible con los beneficios mencionados, en el CDT Villadiego de FIRA se agregó otro elemento de sostenibilidad, el uso de energía renovable a través de paneles solares para operar el pozo profundo con resultados igualmente importantes que beneficiaran la economía de las y los productores del campo, pues en 10 meses los seis recibos de pago de consumo de energía han llegado en ceros.
Visitar las instalaciones del CDT de Villadiego de FIRA permite constatar de manera directa los beneficios de las tecnologías sostenibles para producir más con menos; los datos de contacto de este CDT se encuentran en www.fira.gob.mx.
*Esteban Michel Ramírez es Jefe de Departamento del CDT Villadiego de FIRA. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.